viernes, 28 de diciembre de 2007

El PP, las bombas y los votos

Impresionante documento el que he encontrado en el blog La Facultad a través del Menéame de Escolar.net. En él, la alcaldesa de Valencia, la popular Rita Barberá, reconoce sin tapujos y sin ningún complejo que los atentados de ETA suponen un caladero de votos para su formación política. Todos aquellos que tenían algo parecido en mente pero que no se atrevían a expresarlo por la crudeza del razonamiento disponen ahora de un demoledor argumento de autoridad: una renombrada integrante del PP reconociéndolo ton total naturalidad.

Seguro que Barberá se arrepintió de soltar lo que sin duda es una metida de gamba, y yo al menos no creo que estuviera dispuesta a asumir rédito electoral alguno a ese precio. El problema es que para su partido no existen los matices, las cosas son en blanco y negro y el gris no existe, tampoco las rectificaciones o las matizaciones. Al menos es la lógica que le aplican al rival.

¿Por qué ellos deben esperar que se les juzgue con otro rasero?

"Ante esos explosivos, más votos para el Partido Popular".

Pese al día en el estamos ésto no es una inocentada, aunque ya me gustaría.

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Actualización 15/01/2008: parece que me he pasado de frenada en un dato. El vídeo de la alcaldesa de Valencia está grabado con motivo de un atentado de ETA sino tras el ataque a una sede del PP en Valencia por parte de grupos extremistas. Lo más gracioso es que ese es un dato que he incluido yo sin haberlo leído en ninguna parte, ni siquiera en el blog que aparece citado como fuente.

Siento el error. Es de esos que precisamente no me gusta cometer, pero cometido está y pido disculpas por ello. Ahí queda como testimonio de lo que no puede volver a ocurrir en éste blog.

viernes, 21 de diciembre de 2007

El Partido de la Patraña también engaña en pre-campaña

El portavoz de Interior del PP, Ignacio Astarloa, ha hecho unas declaraciones relativas a la agresión sufrida por el empresario José Luis Moreno en su domicilio de Madrid. Viene a decir que "Cuando uno dedica todos sus esfuerzos en dialogar con los delincuentes entonces deja de impedir que el crimen se imponga sobre la seguridad. Éste es el resultado de una pésima política de seguridad en los cuatro años de legislatura".

Hace falta ser muy sinvergüenza para descolgarse con ésto,
todo vale para acusar al Gobierno de cualquier cosa, también la terrible convalecencia de un ciudadano brutalmente agredido. La Campaña electoral que se avecina promete ser la más bochornosa de la democracia.

Máxime cuando el Partido de la Patraña ofreció una respuesta muy distinta ante actos igualmente salvajes pero que les cogían a ellos en Moncloa. ¿Recordamos el caso del asesinato de un abogado madrileño a manos del delincuente moldavo Pietro Arcan en 2001? El entonces delegado del Gobierno Francisco Javier Ansuátegui se expresaba en los siguientes términos:
El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui, sugirió ayer que sería necesario que las urbanizaciones contratasen seguridad privada, «para colaborar con la policía».

Indicó que la dispersión de viviendas que se produce en las urbanizaciones separadas de las ciudades «exige un planteamiento de protección distinto al de las concentraciones en un casco urbano clásico.Los medios que tenemos tienen que hacer frente a todo lo que ocurra en todo un entorno amplio y cada vez más extenso», agregó.Por eso no descartó pedir a las urbanizaciones que están aisladas que se planteen un servicio de seguridad propio que colabore con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad.


No sólo no hacía responsable de lo ocurrido a la política de "diálogo con delincuentes" practicada también por su partido, sino que recomendaba que ante hechos tan luctuosos se recurriera a la seguridad privada dando por sentado que la policía que entonces dependía de ellos no era capaz de proteger a esos ciudadanos. No era de extrañar, ni siquiera disponían de efectivos suficientes para llevar a cabo su propio plan de seguridad:
El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Mariano Rajoy, reconoció hoy en el Congreso de los Diputados que la "insuficiencia de la plantilla del Cuerpo Nacional de Policía afecta al "Plan Policía 2000".

La más hedionda hipocresía sigue reinando en las filas populares.

Un paréntesis musical

Los virus me impiden proseguir con la actividad bloguera que uno desearía, así que demos paso a un vídeo clip de esos tan socorridos que nos brinda Youtube hasta que esos bichitos tan molestos dejen de darme tormento.

No puedo decir que la trayectoria musical de My Chemical Romance sea de mi agrado. El punk-rock nunca ha sido una de mis debilidades en materia musical pero tengo que reconocer que con ésta canción han sido certeros combinando calidad y comercialidad.

Famous Last Words.


viernes, 14 de diciembre de 2007

La falacia de los autores intelectuales

Lo que viene a continuación nace de un comentario de Rasmo en el foro de Desiertos Lejanos, donde he conocido la siguiente noticia:
Condenan a 28 años de cárcel al grapo Silva Sande por el secuestro de Publio Cordón

La Audiencia Nacional ha condenado a 28 años de prisión al ex dirigente de los GRAPO Fernando Silva Sande por el secuestro en 1995 del empresario zaragozano Publio Cordón, cuyo paradero aún se desconoce.

Pero el texto que quiero destacar es éste:
Además, ha absuelto a los miembros de la banda Isabel Llaquet y Manuel Pérez Martínez, acusados de haber ordenado la acción, al considerar que no existen indicios válidos contra ellos.

¡Pero qué tenemos aquí! Los imputados como autores intelectuales, según la terminología que últimamente se está imponiendo, del secuestro de Publio Cordón son exonerados de toda culpa por ausencia de pruebas. ¿Soy yo o ésto ya lo hemos vivido antes?

En efecto, el deja vu es real. Todo el país ha sido testigo de cómo Rabei Osman, alias El Egipcio, era absuelto de su imputación (pendiente de recurso) como "inductor" de los atentados del 11-M y de cómo los medios conspiracionistas hacían un absurdo hincapié en dicha absolución para poner en cuestión torticeramente el proceso judicial y la propia sentencia sobre los atentados de Madrid.

Nos intentaron vender que era algo excepcional, que la autoría intelectual era un aspecto crucial que no podía quedar sin responsable y que ello dejaba coja la sentencia. Era su interés convencer de ello habida cuenta de que el resto de las tesis que venían respaldando, tácita o explícitamente, quedaron completamente aniquiladas. Fue su clavo ardiendo al que pertinazmente se agarraron para intentar salvar la cara tras años de insidias y embustes.

Lo que tiene precedentes no puede ser excepcional, como tampoco puede serlo aquello que tiene reflejo en casos que se dan en el mismo ámbito. Las diferencias entre el 11-M y el secuestro de Publio Cordón son, a casi todos los efectos, abrumadoras. Pero en lo que a procedimiento jurídico sólo existen las derivadas de la complejidad intrínseca de unos atentados de las dimensiones de los cometidos el 11 de marzo de 2004. Y en ambos casos se concluye que no hay evidencia para condenar a lo que falaz e interesadamente se ha dado en llamar autoría intelectual que, en el caso del 11-M y el terrorismo yihadista, es un concepto mucho más difuso de lo que a muchos les interesa transmitir.

Esperamos sentados que esos medios que aludía más arriba dediquen aunque sólo sean unas líneas a cuestionar la sentencia que condena al GRAPO Silva Sande por no ser capaz de hallar unos autores intelectuales del secuestro de Cordón. Y que arremetan contra la fiscalía por esgrimir unos argumentos contra aquellos que, finalmente, no obtienen el aval del tribunal. Esperemos, digo, sentados, porque éste caso no tiene relevancia pública ni repercusión política. No tiene sentido instrumentalizar algo si no da réditos, aquí no meterán la cuchara porque no hay nada que aprovechar mientras que el 11-M era un plato muy apetitoso al que había que extraer todo el jugo, político y mediático. Y lo hicieron hasta provocar arcadas.

Finalizo con un sentido recuerdo para la familia de Publio Cordón, que lleva más de una década buscando respuestas sobre su paradero sin que haya nadie que, hasta el momento, haya logrado dárselas.

jueves, 13 de diciembre de 2007

La investigación relacionada con el 11-M sigue su curso

Son numerosas las veces que los descerebrados que han defendido la teoría de la conspiración del 11-M han denunciado la solapada intención de los poderes públicos de boicotear la investigación. En concreto, han acusado a políticos, jueces y policías de no querer investigar y no han sido pocas las ocasiones en que se han referido a la comisión de investigación o al proceso judicial con términos relativos a su cierre en falso o a la poca voluntad de sus responsables en proseguir las investigaciones. Una vez más, no son más que consignas para abducidos.

Decir que un partido político no quiere llevar a cabo una investigación que atañe en exclusiva a los jueces en, lisa y llanamente, tratar de engañar. Y quienes intentan torcer el buen juicio de la gente con esas intoxicaciones no son otros que aquellos que pretenden que la realidad política se adapte a sus deseos, aunque para ello haya que instrumentalizar unos horrendos atentados y a sus víctimas hasta provocar náuseas.

Dijeron que la instrucción era deficiente, que se quedaba corta porque no llegaba allá donde los conspiranoicos decían que tenía que llegar, anteponiendo su critero al del juez y su equipo de profesionales. Sostenían que la investigación se había detenido precipitadamente para dar paso al juicio mientas, sin embargo, al mismo tiempo que decían eso el juez Del Olmo realizaba nuevas imputaciones relacionadas con el caso, ésto es, seguía trabajando.

Pero su problema no era ese. Su problema era que todo nuevo procedimiento, toda nueva acción judicial relacionada con el sumario del 11-M apuntaba justo en la dirección opuesta a sus deseos. Esa consigna del “cierre en falso” ha sido una constante dentro del universo conspiranoico, y la sentencia tampoco ha sido impermeable a ella.

Pero la sentencia, mal que les pese, no es el cierre de nada. Es solo un paso, sólido y contundente, pero uno más en el inexorable caminar de la justicia. Ya querrían ellos que lo fuera, así tendrían justificación para tanta insidia, para tanto insulto a la inteligencia como han proferido, pero no. No lo dicen, pero existen varias piezas separadas desgajadas de la pieza principal que continúan abiertas, y eso por no mencionar los recursos presentados que siguen su trámite ordinario. Es otra bofetada más que se llevan los conspiranoicos, que ya deben tener la mejilla descarnada de tanto recibir tortazos.

Hoy les ha caído una nueva losa encima:

Del Olmo halla un nuevo sospechoso del montaje de las bombas del 11-M

¿No había que seguir investigando? Pues ahí lo tienen. Pero todo esfuerzo que no vaya orientado en la dirección que los conspiranoicos digan será en vano, no valdrá para ellos. Nada les servirá que no confirme sus pretensiones, nada que no suponga un espaldarazo a tantos meses, años ya, de pestilente actividad.

Nadan en la infamia, están inmersos en una sentina moral y viven un marasmo intelectual de escasos precedentes. Que encima se presenten como un ejemplo cívico es ya el último insulto que podían dedicarnos.

viernes, 7 de diciembre de 2007

El hábito democrático convertido en anatema

Dentro de la deriva extremista en la que se encuentra sumido un importante sector de la derecha social y política española, está cobrando cierta relevancia todo lo relativo a las actuaciones judiciales llevadas a cabo contra algunos de sus componentes. Éstas actuaciones, ya se produzcan tras las denuncias interpuestas por personas individuales o entidades colectivas, están siendo sistemáticamente tildadas de “persecuciones” por quienes son objeto de las mismas y en diversos foros de Internet a los que he tenido ocasión de entrar. Ocurre en los casos de Paco Alcaraz, Federico Jiménez Losantos o Pío Moa.

Es un paso evolutivo lógico del discurso cataclísmico y antidemocrático de ésta derecha cavernícola: se dibuja una realidad alternativa en la cual se exacerba hasta lo inimaginable todo aquello que pueda perjudicar al rival político, sin importar tener o no razón (pensar que ésta gente se pueda mover en términos de “verdad” o “mentira” es negarles el mayor de sus poderes: la contumacia). Luego se machaca a diario con ello desde sus medios afines hasta provocar un clima de indignación entre sus incondicionales (de natural predispuesto a diabolizar al adversario) tan enorme que todo lo que parta del Gobierno es visto con ojos satanizantes. Y una vez consolidado entre sus fieles un contexto de negación de la realidad democrática que vivimos (tenemos un Gobierno ilegítimo, corrupto y filoterrorista, por tanto, toda actividad destinada a combatirlo es legítima y cuasi obligada), cualquier iniciativa judicial encaminada a exigir responsabilidades por los excesos verbales cometidos por sus gurús mediáticos es señalado como la materialización del estado de corrupción generalizada que vienen denunciando. Es la técnica de adaptar la realidad a sus prejuicios.

No es más que otro aspecto de lo que en mi anterior entrada llamaba la batasunización de la derecha (témino que no he acuñado yo, pero me parece del todo adecuado y por eso lo hago mío). Lo que en cualquier país de hábitos democráticos sólidos sería un ejemplo de normal funcionamiento del estado de derecho (ante un derroche verbal que bordea los límites del Código Penal, un/unos ciudadano/s deciden presentar la correspondiente denuncia en el juzgado), la derecha troglodita lo anatematiza, lo vende ante sus devotos como un capítulo más del proceso de agresión permanente a la santa patria y a sus arduos baluartes, para lo cual las terribles fuerzas del mal (el rival político/ideológico) ve necesario deshacerse de las voces incómodas que representan la verdad y el bien absolutos: ellos.

Las denuncias pueden prosperar o no. Aunque prosperen en primera instancia, hasta que una sentencia no es declarada firme no se puede afirmar que es definitiva, e incluso después el Tribunal Supremo puede anularla como hemos visto éste año con el caso Bono. Lo que no admite objeción alguna desde el punto de vista democrático es que ese es el procedimiento correcto, legal y vigente y, si hablamos de denuncias sobre comportamientos presuntamente delictivos, lo que se enmarca dentro de esa directriz es lo que se ajusta a las reglas de un estado de derecho. Por tanto, no hay persecución liberticida que valga más allá de la que protagonizan los propios denunciados en su afán de estigmatizar y criminalizar a los que ejercen el legítimo derecho a la defensa de su honor.

Obsérvese la mendacidad y el carácter ademocrático de las afirmaciones que le valdrán las querellas a Losantos o a Luis del Pino: denuncias sobre actitudes presuntamente delictivas pero que ninguno ha consumado en el juzgado, sino que se han quedado varadas en el púlpito mediático. El juez estimará lo que considere oportuno, pero cuando se atribuyen comportamientos delictivos sin presentar evidencias en sede judicial se está incurriendo en un delito de calumnias de libro, como es el caso también del presidente de la AVT, Paco Alcaraz. Lo de Pío Moa está más cerca de la injuria ya que relaciona a personas vivas con terribles capítulos de nuestra historia reciente lesionando gravemente su honorabilidad, no hace falta decir que sin ninguna prueba.

Éstos episodios, grotescos e impropios de individuos que se llaman a sí mismos demócratas, conducen a exasperar aún más los ánimos de sus creyentes (llegados a éste punto, el acrítico grado de servilismo que alcanzan sus entusiastas se tiene que equiparar con la devoción que por una religión sienten sus más fanáticos partidarios), y esa exasperación genera patéticos resultados en la calle. En alguno de los foros a los que aludía en otro párrafo se descuelgan con ésta especie de enfermiza revisión de la ley del Talión: los gritos de “asesino” que les dedican a Rodríguez Zapatero y la responsabilidad sobre los atentados de ETA que le atribuyen al Gobierno del PSOE son en contraprestación al similar trato que se le dispensó a José María Aznar y al PP con motivo del 11-M y la guerra de Irak.

Ésto último es una prueba del pobrísimo bagaje intelectual que atesora la derecha talibán. La sola mención del ojo por ojo en éste asunto habilita automáticamente como válidos y legítimos los epítetos dedicados a Aznar y a su partido según la lógica de quienes pretenden erigirse como sus defensores. Además convierten esos ataques (injustificables en mi opinión) a la cúpula pepera en argumento de autoridad ya que son citados como autojustificación, en lugar de buscar el desmarque y permanecer lejos de actitudes que subrayan como abominables.

Por otro lado, es absurdo a más no poder. A Aznar se le acusó de agitar el avispero yihadista sumergiendo a España en el cenagal de la guerra iraquí y culpándole de las consecuencias que nos trajo, y a Zapatero se le acusa más o menos de lo mismo por hacer justo lo contrario: plantear un escenario de diálogo en lugar de uno de guerra cuando el terrorismo golpea con mayor virulencia en el segundo caso que en el primero. De cualquier forma, nada justifica éstas acusaciones. Los responsables de las acciones terroristas son, en exclusividad, los propios terroristas.

Es duro tener que resaltar obviedades como las que aquí han quedado reseñadas. Después de tres décadas, los hábitos democráticos en España siguen sin estar asentados en un significativo segmento de población. Pero lo verdaderamente grave es que desde el principal partido de la oposición se fomente que esos hábitos sigan sin echar raíces entre su masa de votantes a base de discursos cainitas a la par que frentistas.

martes, 4 de diciembre de 2007

La batasunización de la derecha

Ayer lunes día 3 se produjo una noticia que no ha copado los principales titulares de los medios pero que merece al menos una reflexión sobre el proceder de algunos:

Un miembro del GRAPO desvela que Aznar negoció con ellos

El miembro del Grapo Enrique Cuadra Echaindía declaró como testigo en el juicio iniciado en la Audiencia Nacional contra los supuestos responsables del secuestro y posterior desaparición del empresario zaragozano Publio Cordón en 1995. Durante su declaración, Cuadra recordó como el Gobierno de Aznar mantuvo "varias reuniones" con él y otros dos miembros de la banda a fin de construir el "inicio de una negociación política".

No entro en si no que dice éste miembro del GRAPO es cierto o no. Consagrar la vida a la práctica terrorista le despoja a mis ojos de todo miramiento que como ser humano merecería. Aunque si lo diera por bueno tampoco me crea el menor problema. Lo que jamás haría es utilizarlo para atacar al José María Aznar por una sencilla razón: le presumo al ex-presidente toda la buena fe del mundo en los presuntos contactos que pudiera haber tenido tanto con integrantes del GRAPO como los reconocidos con ETA en 1998. No me entra en la cabeza que el objetivo de todo presidente español que ha dialogado con terroristas sea otro que el de finiquitar o ver reducida a terminal la actividad criminal de cualquiera de éstas dos bandas terroristas.

¿Qué ello conlleva un rédito electoral? ¿Y qué? No creo que un mandatario político que vea la posibilidad de acercar a la ciudadanía el fin del terrorismo se pare ante tal hecho. Es una consecuencia lógica, acabar con el crimen organizado trae consigo una carga indudable de alivio y optimismo a los ciudadanos que, lógicamente, se traduce en parabienes electorales para el responsable de llevar a término semejante proceso. Es una consecuencia, no un fin. Y es algo que aplico a los intentos de dialogo pasados, presentes y futuros, que seguro los habrá, gobierne quien gobierne.

Pero, ¡ay!, en España hay quien no tiene una opinión sobre hechos como éste, sino dos, y verter una u otra depende, sencillamente, de quien protagonice la intentona de diálogo.

Ardo en deseos de conocer cómo explican en el PP la declaración de Cuadra Echaindía. Éste partido, que se presenta ante los ciudadanos como garante de la firmeza democrática ante el azote terrorista cuando, durante su mandato, flexibilizaron su política penitenciaria hasta hacer objeto de beneficios carcelarios a asesinos confesos; que jamás se plantearon “construir” nuevas causas a terroristas –como se hizo con Ignacio de Juana- que, después de liberados, volvieron a asesinar; que venden una imagen de integridad moral inquebrantable cuando en sus filas albergan individuos que tildan la dictadura de Franco de período de "extraordinaria placidez" y, al mismo tiempo, insisten en instar ilegalizaciones por no condenar actos terroristas.

Pero sobre todo, no puedo esperar a conocer la reacción de quien ha estado otorgando total credibilidad al medio portavoz de ETA, el diario Gara, en el cual se han apoyado para emitir las más deplorables descalificaciones contra el actual Gobierno. Según el Partido de la Patraña, basta con que los terroristas o sus simpatizantes hablen para ser creídos salvo, eso sí, cuando declaran no tener nada que ver con el 11-M.

El periódico de los etarras, convertido en fábrica de ideas del PP, tienen en el partido conservador en uno de los más firmes baluartes, y el primero proporciona argumentos al segundo para organizar manifestaciones en las que ya es costumbre que los gritos contra Zapatero ahoguen los gritos contra ETA, y que incluso se convierta al Gobierno en culpable de los atentados, algo que sólo venía haciendo el entorno de la izquierda abertzale radical. Es lo que algunos ya denominan la batasunización de la derecha, o al menos de una parte de la derecha social, con la connivencia de un significativo sector de la derecha política. Ver para creer.

El momento más repugnante y malévolo de ésta progresiva batasunización llegó durante la instrucción de juicio por el 11-M. Desde púlpitos mediáticos como la cadena COPE, El Mundo o Libertad Digital se lanzaron toda clase de ofensivas soflamas contra miembros de FyCSE, atribuyéndoles actuaciones delictivas, al modo y manera del mundo que simpatiza con ETA, como ocultación o destrucción de pruebas cuando no directamente de haber puesto las bombas en los trenes. A día de hoy, el conspiranoico Luis del Pino se refiere al condenado como autor material Jamal Zougam como "preso político". ¿Cabe mayor infamia? Y luego Paco Alcaraz hace la presentación de su libro de la mano de éste amoral mientras se sigue postulando como baluarte de la memoria y la dignidad de las víctimas.

Volviendo al tema, ¿mostrará el PP las actas de la reunión de los representantes del gabinete Aznar con el GRAPO? Según su filosofía, Cuadra Echeandía no miente. Según su filosofía, ¿no merecían las víctimas de ésta organización armada que se respetara esa memoria y esa dignidad por la que tanto dicen luchar y que se hiciera justicia rechazando cualquier opción de diálogo con ellos?

Por respuesta sólo me sobreviene la náusea....

Cine de 2021 que ha pasado por estos ojos

A continuación dejo un listado de las películas de 2021 que han visto estos ojitos, junto con un enlace a la reseña que dejé en Filmaffinity...