The Mission y los desacomplejados años 80

Ya he hablado en otras ocasiones del grupo británico The Mission, superviviente de la hornada de bandas góticas surgidas durante los años 80 y cuyo fin de actividad fue anunciado recientemente por su líder, Wayne Hussey. Su nombre viene a colación de nuevo tras visionar en Youtube uno de sus primeros vídeos, en los que se pone de manifiesto la absoluta ausencia de complejos que presidió aquella década y la completa falta de pudor a la hora de evidenciarlo. Pese a ser una de las tres bandas que más han influido en mi conciencia musical, y reconociendo que no se puede juzgar una época pasada desde un enfoque actual, no pude evitar un aguijonazo de vergüenza ajena cuando vi éste vídeo hace pocas semanas. Esas pintas, esas poses, esos contoneos... Ahora no me extraña que un sector de la prensa británica acribillara en sus críticas a The Mission por su excesiva pompa y su desmesurada e histriónica teatralidad. Y eso que la canción es de notable alto.

Stay with me.

65 horas de esclavitud

Tras un par de semanas de inactividad por diversos motivos, vuelvo al tajo para hacer algo que no es frecuente en ésta bitácora: hacerme eco de una iniciativa ajenar con el fin de apoyarla. Es el caso de la que ha puesto en marcha el blog Netoraton en relación a la propuesta de la Unión Europea de ampliar la jornada laboral máxima de 48 hasta un máximo de 65 horas.

A los ministros de trabajo europeos que han votado a favor debe parecerles poco el tiempo que un currito dedica a su empleo. Dejando aparte los desplazamientos, es demasiado poco y las horas que un trabajador le dedica su familia, su casa o su ocio personal pueden perfectamente tornarse minutos. No son (somos) más que máquinas de producir beneficios a los empresarios y todo aquello que nos haga realizarnos en lo personal parece ser suprimible. ¡Qué peligroso les debe parecer que nos sintamos personas y demandemos ser tratados como tales!