Empieza el vídeo con el argumento de que el imperio Bush necesitaba otro atentado terrorista de impacto mundial para movilizar a la opinión pública de su país “en pro de su guerra mundial contra el terrorismo”. Ello, cuenta, era necesario porque el transcurrir del tiempo había desactivado en gran medida los iniciales y devastadores efectos del 11-S en el ánimo de sus conciudadanos. Es, como poco, una curiosa forma de sacudir a los usamericanos la de ejecutar otro atentado masivo en un país que, con toda probabilidad y llevados por su tradicional chauvinismo, millones de ellos no sabrían ni ubicar en un mapa. Luego habla de la repercusión que los atentados de Madrid tuvieron en los medios USA, destacándolo como algo inusual. Me pregunto qué otra noticia copó los noticieros, no ya de los Estados Unidos de América, sino de todo el mundo ese fatal día. ¿Qué otro acontecimiento mereció más atención en cualquier telediario el 11 de marzo de 2004? ¿Acaso no estaba sobradamente justificada la relevancia que se le dio?
Sigamos. A continuación el narrador se refiere el ejercicio denominado CMX que la OTAN llevó a cabo los días previos a la masacre en diversos puntos de Europa. O eso es lo que dicen ellos. Según éste enlace, dicho ejercicio tenía como escenario Holanda y otros lugares como Grecia y Canadá. La participación logística de todos los miembros de la OTAN, según el artículo, no implicaba movimiento de tropas o policía, al contrario de lo que se defiende en el vídeo. De hecho, en él se dice que esos días se movió por Madrid “personal militar y civil vinculado a la OTAN” con plena libertad para moverse por la capital, portador de toda clase de material militar y sin control de las autoridades. ¿Fuentes? Ninguna, sólo su palabra. Porque solo ellos son poseedores de la verdad absoluta.
LOS TERRORISTAS
Entrando ya en terreno más conocido, el vídeo aporta un dato hasta ahora inédito: los autores de los atentados se movieron en metro por Madrid el mismo 11 de marzo. Y, en un alarde de retorcimiento argumental, lo saben porque... ¡las camaras del suburbano no les captaron! Ni en el auto de procesamiento de abril de 2006, ni en la sentencia de la Audiencia Nacional ni, por extensión, en la del tribunal Supremo, se hace mención a que los perpetradores del 11-M utilizaran el metro en grado alguno el día de autos.
A continuación el narrador se extraña de que los acusados nunca hayan reconocido su relación con los atentados, aludiendo a que no es algo propio de unos “islamistas fanáticos”. Lo mismo ocurre con el hecho de que se movieran en ámbitos relacionados, en mayor o menor medida, con la droga o la prostitución, circunstancias mencionadas más adelante. A éste caballero le recomendaría que leyera lo que el auto de procesamiento de abril de 2006 dice de los takfires (pags. 1385 y 1386):
No es fácil detectar a los miembros del Takfir debido a la extrema cautela con la que realizan todas sus actividades ya que fingen costumbres no acordes con los preceptos coránicos e incluso llegar a ocultar que profesan la religión islámica. Así, pues tienen una capacidad Inigualable para infiltrarse en ías sociedades occidentales.
Hasta tal punto pueden hacer caso omiso de lo preceptuado por Ley Islámica, a fin de no levantar sospechas en las sociedades de infieles, que pueden tener relaciones sexuales con mujeres, beber alcohol, comer carne de cerdo y todas aquellas cosas que sean necesarias llevar a cabo con tal de cumplimentar las misiones encomendadas, incluso de índole delictivo común. De ahi, que sus contactos sean muy fluidos con elementos asociados a bandas de delincuentes comunes.
Luego entra en escena El Egipcio. Se extrañan los autores del vídeo de que fuera absuelto, como si de una circunstancia excepcional se tratase. Supongo que tan excepcional como la absolución del etarra que estaba acusado de asesinar a Francisco Tomás y Valiente (aunque apuesto a que éste asunto no les quita el sueño). Lo que no es más que el normal funcionamiento de un proceso judicial, donde se producen condenas o absoluciones en virtud de las pruebas presentadas y siempre con arreglo a criterios jurídicos, los autores del vídeo lo pretenden convertir en un hecho tremendamente anómalo utilizando para ello abundante lenguaje prejuiciado. Cabe señalar que el carácter terrorista de El Egipcio quedó acreditado por su condena firme en Italia, y que el propio Tribunal Supremo señaló en su sentencia cómo debería haber actuado la acusación que recurrió la condena de el Egipcio para abrirle una causa distinta por su relación con el 11-M. Pero ocurre que, una vez que la condena es firme, ya no hay lugar para ello.
Por cierto, ¿qué impedía a los conspiradores corruptos deslizar una prueba falsa para incriminar a El Egipcio como autor intelectual y así redondear la jugada?
Después le toca a la revisión de la “teoría de los pelanas”. Que si eran unos pobres mangantes que estaban en su mayoría fichados, que si la policia les tenía controlados... ¿Dónde les habran metido en la cabeza que a un confidente o a alguien con antecedentes se le controla las 24 horas del día? Éste es el tipo de mensajes que buscan al receptor confiado, iletrado en la materia y con poco acceso a datos concretos. Y cuanto más proclive se es al enfoque ideologico desde el que se le habla, antes se produce una rendición sin condiciones ante su discurso. Igual pasa con la presumida falta de experiencia en la comisión de atentados, como si para dejar una mochila con explosivos bajo el asiento de un tren de cercanías hiciera falta un máster en terrorismo.
Se alude posteriormente a que el operativo de seguridad montado con motivo de las elecciones del 14 de marzo de 2004, pensando en una posible acción armada de ETA, debería haber evitado los atentados. Es de dominio público que ETA era una preocupación de primer orden para el anterior ejecutivo del PP; no así el terrorismo islamista. Además, reitero que entrar en el transporte público con una mochila y dejarla bajo el asiento del vagón de un cercanías atestado es, en el más amplio sentido de la expresión, terriblemente fácil. Cualquiera que tome a diario éste medio de locomoción en hora punta (como es mi caso) lo puede comprobar. Especular sobre si las mochilas (que, ojo, estuvieron abandonadas varios minutos, sin duda una marca de récord; nadie se resiste a llevarse una mochila varios minutos abandonada bajo un asiento del tren como cualquier buen cristiano puede constatar) podían haber sido robadas, o sacado del sitio donde las pusieron por éste o aquel motivo no es más que eso, especular gratuitamente y sin el menor fundamento.
LEGANÉS
No me sorprende encontrar argumentos clavados a los de la conspiranoia promovida desde sus antípodas ideológicas. Un conspiranoico lo es con independencia de sus filias y sus fobias. Sobre Leganés, se sorprende el narrador por la ausencia de sangre en las paredes. ¿De qué paredes habla, si se vinieron abajo por la explosión? ¿Acaso los responsables de su página han hecho una pericia para comprobar qué pasa con la sangre de siete personas después de explosionar 30 kg de dinamita dentro de un piso? ¿Qué clase de autoridad les asiste para hacer afirmaciones de ese cariz? Además, hubo un funcionario de policía que declaró en el juicio el 24 de abril haber visto sangre en el interior del piso, lo cual ya entierra del todo la patraña que nos intentan vender.
Siguiendo con las coincidencias entre conspiranoias, también se pone en duda que los suicidas estuvieran vivos antes de la explosión. Sin duda, después de realizar su vídeo ni se molestaron en seguir el juicio, el mismo juicio en el que un GEO declaró que los habitantes del piso les insultaban, realizaban cánticos, y respondían a sus palabras, amén de dispararles (disparos que dejaron impactos en el rellano de la escalera). O que las autopsias que determinaron la causa de la muerte fue una “etiología violenta de carácter suicida”.
Se pregunta el narrador, nuevamente en paralelo con sus colegas del otro lado del charco...ideológico, por qué los terroristas no se suicidaron inmediatamente llevándose a cuantas más víctimas pudiesen por delante. Bien, es lógico inferir que no esperaban una visita de la policía y, por tanto, que no hubiera un plan definido que incluyera algo de lo que después aconteció. Desde que hubiera discrepancias sobre la resolución a adoptar hasta que necesitaran armar las bombas para su detonación. Hay que destacar también que existen ejemplos reales de autoinmolaciones terroristas en similares circunstancias de acoso policial.
Eso sí, el figura que hace la narración luego hace hincapié en que armar las bombas requiere tiempo... Contradicción tipica conspi.
La gamba que meten a continuación es de nota: destacan que el humo de color claro producido por la explosión del piso es demostrativa del uso de explosivo militar tipo C3, cuando el jefe TEDAX de Madrid declaró en el juicio que es justo al contrario: fue justamente el humo blanco lo que les llevó a descartar tal opción en los trenes aquella mañana, ya que el humo producido por los explosivos militares es de color oscuro. Pero no, debemos creer al fulano del vídeo.
También se abunda en presuntas dudas sobre el entierro del Geo Francisco J. Torronteras, única víctima policial del asalto al piso de Leganés, diciendo que fue enterrado a toda prisa. Pues al funeral acudió una nutrida representación gubernamental así como medio millar de compañeros y amigos. Con más motivo deberían haberse extrañado de las supuestas prisas, cosa que no ocurrió. ¿Quién nos debe merecer mayor crédito? Siembran también la duda sobre la profanación de su tumba, sugiriendo que se cometió para ocultar pruebas y critican su apresurada incineración posterior. El caso es que tras el ataque al nicho se encontraron 22 huellas no identificadas, algo impropio de una conspiración tan cuidadosamente planeada. Por no mencionar lo absurdo del montaje pudiendo haberlo incinerado desde el principio, o que tardaran en profanarlo dos semanas desde la fecha del entierro. Su paso al crematorio, al contrario de lo que afirma el vídeo, no se produjo con la celeridad que denuncian y fue por expreso deseo de la familia. Otra omisión más que echar en el cesto.
LOS TRENES
Sobre los trenes, se desliza que fueron desguazados como una maniobra de ocultación de pruebas. En cambio, no dice nada de la sentencia del Tribunal Supremo, en respuesta a una denuncia de Manos Limpias, en la que queda avalada la actuación del juez instructor, que fue quien en última instancia decidó que era momento de devolver los trenes a su dueño, RENFE. Se afirma también que los vagones fueron convertidos en chatarra tan solo dos días después de la masacre, cosa que es incierta. Hubo algunos que se pudieron recuperar y a día de hoy siguen prestando servicio. También es incierto que todos los vagones se desguazaran dos días después de la matanza, como bien se ha hecho notar en éste artículo de Robin´s Desert en el que se rescata la declaración del jefe TEDAX en el juicio, donde afirma que “se siguieron haciendo inspecciones en los trenes hasta finales de marzo”.
Un inciso, ¿os acordáis de la mención al metro de Madrid unos párrafos más arriba? Viene de lo siguiente: la narración del vídeo se refiere a los coches del comboy de cercanías como “vagones de metro”. Ahí es nada. Valga éste ejemplo como demostración del nulo rigor con el que los cantamañanas que han perjeñado éste bodrio han llevado a cabo su trabajo.
PARA ECHAR UNAS RISAS SI NO FUERA TAN SERIO
Hacia el final se formulan las afirmaciones más descacharrantes: se quejan de que los trenes fueran destruidos sin esperar al juicio. Los perpetradores de éste insulto a la inteligencia deberían hacer la siguiente prueba: comprense varios kilos de carne fresca; deposítense en un lugar más o menos ventilado y dejense transcurrir unos tres años, que fue lo que tardó en ponerse en marcha el juicio. Si hay que dar más explicaciones lo dejo a las entendederas de cada uno; las que los responsables del vídeo presumen a sus potenciales espectadores salta a la vista que no son superiores a la de un paramecio.
Lo que viene ahora es otro de esos chistes involuntarios que moverían a la carcajada de no estar tratando un tema tan serio. Se sorprende la voz en off de que las “miles de cámaras” (literal) de la red de cercanías no hayan registrado ni una sola imagen de los terroristas. A ver, la red de cercanías de Madrid cuenta con cerca de 100 estaciones. Aun suponiendo que los yihadistas se hubiesen paseado durante todo el día anterior por toda la extensión de la red, desde Humanes hasta El Escorial, pasando por Alcorcón o Alcobendas (suposición ya ridícula en extremo, ya que incluimos las que son simples apeaderos), y dejando el número de cámaras en unas 3000 (cantidad escasa a tenor del rango que manejamos –miles pueden ser de 2000 en adelante), tenemos que en cada estación hay instaladas unas 30 cámaras de seguridad. Esto es, que puede haber momentos durante el día en los que en las estaciones haya más cámaras que viajeros. Si nos quedamos sólo con las del Corredor del Henares, la cifra se multiplica de forma tan grotesca que no merece ni un segundo más de atención.
Finalizo con un testimonio a vuela pluma, recogido en el vídeo, de alguien que, al parecer, estuvo cerca de los trenes en uno de los fatídicos momentos, y que declara visiblemente afectado haber presenciado explosiones en el exterior de aquellos. Por supuesto, lo dan por bueno sin cuestionarse lo más mínimo que la confusión y el estrés del terrible momento pudiera haber confundido la percepción de éste ciudadano. Nada hay al respecto en ningún documento judicial o policial.
El vídeo finaliza con un discurso político que revela el verdadero carácter de los perpetradores de éste guisote: izquierda antisistema atascada de prejuicios hasta las trancas. Si quieren hacer política no deberían formular sus postulados en base a falacias y embustes (porque, que a día de hoy y con lo que se sabe, que el vídeo siga colgado en ésta web es una señal de respaldo a sus contenidos, por falsos que se revelen). Flaco favor le hacen a su causa. Hay 192 fallecidos, por favor, y miles de afectados entre heridos y familiares. El uso político que hacen de ellos es nauseabundo, digno justamente del conglomerado de poder que describen e intentan denunciar. No hay por donde agarrar éste engendro, señoras y señores. Y lo más delirante es que apelan al espíritu crítico ajeno para intentar reunir adeptos a su empresa al tiempo que aseveran cosas completamente ausentes de tal espíritu. No son mejores que sus colegas del entorno derechista talibán.