Se acabó ETA. O eso dicen entusiasmados políticos y medios. Más de 800 víctimas mortales, incontables heridos y afectados de diversa consideración, tanto física como psicológicamente. La sociedad vasca y española secuestrada por, supuestamente, unos ideales por los que valía la pena matar. Y matar a quien fuese; si un niño jugaba en la acera justo al paso de un convoy militar señalado como objetivo, ese niño estaba muerto, o mutilado. Al final, cualquiera podía morir a manos de esa pandilla de psicópatas, el simple hecho de caminar por la calle te convertía en víctima potencial.
Ayer leí el comunicado de ETA. Qué grandísima mierda. "Un sentido homenaje" para sus "compañeros" caidos dicen... Menuda basura. Continúan con sus lugares comunes, con la misma retórica de hace 30 años: sus pretensiones totalitarias (¿qué es, si no, el concepto de Euskal Herría?), la inmaculada concepción que tienen de sí mismos, la demonización sistemática del enemigo al que responsabilizan por completo del conflicto. Los términos en que ha sido redactado no suponen nada bueno, ya que la bestia rebela que los fundamentos que les llevaron a asesinar a más de 800 personas siguen plenamente vigentes.
De verdad, me gustaría ser más optimista, pero es de ETA de lo que hablamos. Estoy obligado como ciudadano amenazado que he sido a ser escéptico. Si establecemos paralelismos, siempre complicados, con el IRA, la banda terrorista irlandesa tardó años en confirmar su desarticulación tras los acuerdos de paz de 1997. Luego vino el atentado de Omagh perpetrado por el llamado IRA auténtico. Seamos cautos y aprendamos de lo que hemos visto en el cine: nunca hay que dar por muerto al malo de la película hasta ver el cadáver. En el mismo día hemos visto del de Gadafi. ¿Dónde está el de ETA?
Ayer leí el comunicado de ETA. Qué grandísima mierda. "Un sentido homenaje" para sus "compañeros" caidos dicen... Menuda basura. Continúan con sus lugares comunes, con la misma retórica de hace 30 años: sus pretensiones totalitarias (¿qué es, si no, el concepto de Euskal Herría?), la inmaculada concepción que tienen de sí mismos, la demonización sistemática del enemigo al que responsabilizan por completo del conflicto. Los términos en que ha sido redactado no suponen nada bueno, ya que la bestia rebela que los fundamentos que les llevaron a asesinar a más de 800 personas siguen plenamente vigentes.
De verdad, me gustaría ser más optimista, pero es de ETA de lo que hablamos. Estoy obligado como ciudadano amenazado que he sido a ser escéptico. Si establecemos paralelismos, siempre complicados, con el IRA, la banda terrorista irlandesa tardó años en confirmar su desarticulación tras los acuerdos de paz de 1997. Luego vino el atentado de Omagh perpetrado por el llamado IRA auténtico. Seamos cautos y aprendamos de lo que hemos visto en el cine: nunca hay que dar por muerto al malo de la película hasta ver el cadáver. En el mismo día hemos visto del de Gadafi. ¿Dónde está el de ETA?