Una de las cuestiones que más fastidia al usuario de impresoras de inyección de tinta suele ser el precio de los cartuchos. A veces compensa incluso la adquisición de otro modelo de impresora con tal de no seguir desangrando el bolsillo en la compra de estos costosísimos (en relación a sus prestaciones) consumibles. Cuando se agotan suele ser una pequeña tragedia presupuestaria, pero el esfuerzo es obligado si queremos continuar imprimiendo con regularidad.
Seguro que muchos hemos tenido la sensación de que nuestra impresora se quedaba sin tinta antes de que el cartucho se vaciase en su totalidad. A finales de noviembre pasado adquirí una Epson Stylus SX130, un modelo baratito con escáner para uso doméstico. También me hice con dos juegos de cartuchos (funciona con cuatro distintos: negro cian, amarillo y magenta) para no quedarme sin tinta durante mucho tiempo. El de negro fue el primero en caer y ayer tuve que sustituir el resto. Les aseguro que no me dedico a imprimir como un cosaco y tuve la impresión de que se agotaron demasiado pronto. Como la duración de la tinta no me parece acorde con el coste del cartucho decidí investigar.
Seguro que muchos hemos tenido la sensación de que nuestra impresora se quedaba sin tinta antes de que el cartucho se vaciase en su totalidad. A finales de noviembre pasado adquirí una Epson Stylus SX130, un modelo baratito con escáner para uso doméstico. También me hice con dos juegos de cartuchos (funciona con cuatro distintos: negro cian, amarillo y magenta) para no quedarme sin tinta durante mucho tiempo. El de negro fue el primero en caer y ayer tuve que sustituir el resto. Les aseguro que no me dedico a imprimir como un cosaco y tuve la impresión de que se agotaron demasiado pronto. Como la duración de la tinta no me parece acorde con el coste del cartucho decidí investigar.
He oido por ahí que estos cartuchos llevan un chip que determina el fin de su vida útil, al margen de que quede o no tinta en su interior. ¿Han oido hablar de la obsolescencia programada? Así pues, y llevado por la curiosidad decidí destripar uno de ellos, presuntamente agotado, para cerciorarme de que realmente estaba tan seco como aseguraba el software del controlador, y esto es lo que me encontré:
Lo primero que me llamó la atención es el diseño interior del cartucho. Sus dimensiones son de 6,7x4,7x1,2 cm aprox., pero ni mucho menos percibo que todo ese volumen esté ocupado por tinta. Ignoro la finalidad de tanto recoveco, pero los huecos que aparecen limpios está claro que no han albergado tinta, de modo que, observando el cartucho, concluyo a ojo que alrededor de un 30% y un 40% de su volumen viene vacío de serie. Seguidamente procedí a extraer cúter mediante la tapa circular de lo que sí parece ser el verdadero depósito (ver primera foto). El resultado fue un derrame de tinta que si bien no fue una marea negra (en este caso magenta) si reveló que el cartucho no estaba vacío.
Es decir, que el cartucho oficial de Epson trae una cantidad de tinta bastante por debajo de lo que su apariencia da a entender, y además deja de funcionar aun conteniendo tinta en su interior.
Un juego de cuatro cartuchos oficial de Epson cuesta 38,35 euros según su página web. En Amazon ofrecen un pack de dos juegos (10 cartuchos) por 15,99 euros, aunque no son los oficiales (Epson te advierte que sólo utilices los suyos, como no). Yo por mi parte, adquirí hace un mes un pack de 12 en eBay que no llegó a 18 euros. Probé tres de ellos ayer y la impresora no solo los aceptó sino que funcionaron a la perfección. Y sin microchip. ¿Que microchip? Este:
Es decir, que el cartucho oficial de Epson trae una cantidad de tinta bastante por debajo de lo que su apariencia da a entender, y además deja de funcionar aun conteniendo tinta en su interior.
Un juego de cuatro cartuchos oficial de Epson cuesta 38,35 euros según su página web. En Amazon ofrecen un pack de dos juegos (10 cartuchos) por 15,99 euros, aunque no son los oficiales (Epson te advierte que sólo utilices los suyos, como no). Yo por mi parte, adquirí hace un mes un pack de 12 en eBay que no llegó a 18 euros. Probé tres de ellos ayer y la impresora no solo los aceptó sino que funcionaron a la perfección. Y sin microchip. ¿Que microchip? Este:
Supuestamente es el que ordena al cabezal de la impresora que, llegado un momento, deje de extraer tinta del cartucho. En internet se habla de métodos para resetear estos chips pero supongo que pocos serán los que se tomen las molestias de conseguir uno. Es más fácil y da menos quebraderos de cabeza comprar uno nuevo, o los que toquen. Y así sigue rodando la rueda del engaño. Porque esto es un engaño, ¿no?