sábado, 15 de septiembre de 2012

La prensa y el paletismo centralista

Hace poco leí a alguien sorprendido porque en el resumen de prensa que hacen en una tertulia de TVE incluyeran a La Gaceta, el periódico impreso del grupo Intereconomía. No suelo ver esas tertulias pero entiendo que la sorpresa viene porque este medio forme parte de la troika de periódicos que la cadena pública ofrece en su revista de prensa.


Veamos algunos datos. Según el último EGM, página 6 La Gaceta está en torno a los 177.000 mil lectores diarios, por debajo de medios impresos como El Día (192.000 lectores), Diario de Navarra (200.000), Última Hora (226.000), Información Alicante (241.000), La Verdad (265.000), El Faro de Vigo (274.000) o Levante (275.000). Pero es que incluso La Razón, que supera a La Gaceta, está por debajo de Heraldo de Aragón (293.000), La Nueva España (354.000), El Correo (433.000) o La Voz de Galicia (640.000), pese a que el diario que dirige Paco Marhuenda es frecuente en las revistas de prensa de esta y otras tertulias.

De aquí extraemos dos lecturas: 1) Lo que cuenta no es el número de lectores sino el impacto del titular de portada, y para eso La Gaceta es una excelente elección. Titulares de batalla a cascoporro y siempre en la misma dirección, por lo que encaja a la perfección con el nuevo estilo de televisión de partido implantado en TVE. De paso, le hacen publicidad desde la plataforma pública, que la crisis es muy dura y hay que ayudar a los amigos. 2) El centralismo madrileñista sigue teniendo un peso arrollador entre una derecha española que, lo disimule o no, siente un velado pero endémico desprecio por todo aquello que venga de fuera de la capital. Lo local siempre merecerá mayor deferencia y atención, lo cual es en el fondo una actitud de lo más provinciana, cateta y rancia.

Si se aplicara ese criterio en, por ejemplo, los espacios electorales de que disponen los partidos en época electoral, todos tendrían el mismo tiempo, con independencia de su nº de votos y su orientación ideológica. En las tertulias políticas parece que la proporcionalidad, en este caso de lectores, no es un dato relevante. Solo cuenta que tengas cabecera en el kiosko, aunque la lean cuatro gatos, y esta sea de Madrid. Hay medios escritos con más tirada y lectores, pero no están radicados en Madrid, ergo no existen. La salvedad serían El Periódico (608.000 lectores) y La Vanguardia (816.000) pero menospreciar a los dos principales diarios de la segunda ciudad del país sería un error táctico que nadie, por muchas ganas que haya, parece dispuesto a cometer. Supongo que el poso del centralismo franquista se resiste a desaparecer.

martes, 11 de septiembre de 2012

Eurovegas consolida a España como un país de servicios

Eurovegas está provocando reacciones que no me parecen todo lo proporcionadas que deberían ser. Se está aludiendo al negocio de Sheldon Adelson como un crisol del vicio en el que el juego, las drogas y, en especial, la prostitución convertirán el sur de Madrid (o donde finalmente caiga) en una nueva Sodoma. Estas críticas provienen principalmente desde posiciones de izquierda, hecho que sorprende por la moralina que traen consigo. Putas y juego: corrupción garantizada. A mí no me gusta Eurovegas pero por otros motivos.

En Madrid ya hay sendos casinos, en Torrelodones y en Aranjuez, y no tengo noticia de que esas dos poblaciones sean conocidas como los pozos negros del vicio y la delincuencia de la CAM. Sorprende que provoque tanto escándalo que Eurovegas se convierta en un imán para la prostitución cuando en Madrid hay lugares donde se practica a diario sin que aparente levantar un rechazo tan insistente y mediático. Que el cortijo de Adelson catapulte la actividad meretriz está por ver, mientras que en zonas como Montera o Villaverde es un problema YA. ¿Tiene sentido tanta protesta por lo primero cuando lo segundo es un problema a pie de calle desde hace años?


Creo que se está enfocando la cuestión de manera equivocada. La mayor pega que yo le veo al proyecto del millonario yanki no es que atraiga prostitución, drogas o delincuencia organizada, que son cosas que estarían por ver. Lo peor es lo que representa como modelo de crecimiento y desarrollo para un país como España, sumido hoy en una profundísima crisis en gran medida 

provocada por el mismo modelo que promete Eurovegas: empleo fácil y esencialmente de baja cualificación, nula planificación a largo plazo, concesiones y privilegios hacia el primer magnate que ponga dinero sobre la mesa, trato preferencial a personas de dudosa ética… y generación de una nueva burbuja basada en un negocio de futuro incierto dadas las circunstancias económicas que vive nuestro país.

Y todo ello ante el completo abandono por parte de quienes copan el poder de toda opción que suponga explorar un modelo de crecimiento basado en la ciencia, la tecnología, el I+D, la sostenibilidad, la educación de calidad, la preparación y el bienestar a largo plazo de la mayoría de ciudadanos.


El cortoplacismo por delante de la apuesta por el futuro a largo plazo. Eurovegas, si finalmente llega, proporcionará el mismo tipo de empleo que tuvieron quienes ahora no pueden pagar su hipoteca tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Esos a quienes ahora se les marca a fuego por estar 

desocupados y a los que se señala con el dedo por haber vivido “por encima de sus posibilidades".

Los promotores de Eurovegas están de nuevo apostando por aquello que, todavía hoy, nos sigue arruinando. No parecen haber comprendido que la riqueza inmediata deviene pobreza a la vuelta de pocos años. Es la consagración del modelo que nos ha llevado a la miseria. España, consolidada como un país únicamente de servicios.


Pero es que esos puestos de trabajo serán, que nadie lo dude, el logro del que los políticos harán bandera cuando haya que salir de campaña electoral. Eurovegas es, en gran medida, la gran apuesta de Esperanza Aguirre para las próximas elecciones autonómicas. Se creará empleo, y el votante es posible que lo agradezca, habituado también al contemplar únicamente el corto plazo. Cuando se está ávido de soluciones uno se aferra, en su desesperación, a cualquier cosa que le prometa una mejora. Y ahí está el político para aprovechar ese estado de necesidad y sacar tajada.


¿Y después? No hace falta estrujarse mucho la cabeza. España va a tardar años, si no décadas en poder permitirse gastar de nuevo como lo hacía en 2002. ¿Qué recorrido tendrá un negocio como Eurovegas, basado en la inversión más que incierta de capital propio? ¿Van a sostenerlo únicamente los turistas? Son los españoles los desesperados por conseguir aumentar sus ingresos. ¿Acaso esperan que el inexorable camino que llevamos hacia el subdesarrollo empuje a millones de españolitos a jugarse lo poco que tienen en sus casinos? Además, los parques temáticos españoles no paran de dar disgustos, y de eso en Madrid sabemos algo. ¿Qué viabilidad económica le presuponen con semejante panorama? Si la cosa no cuaja como se espera ¿también vamos a socializar las pérdidas?


¿Y nos vamos a detener en moralinas?

viernes, 7 de septiembre de 2012

¿Es racismo todo lo que parece?

Hace poco me crucé con un grupo de chavales cerca de casa. Discutían en una de esas riñas de chicos (de unos doce años) que tantas veces se dan y dos chicas se terminaron alejando del resto del grupo. Una de ellas era de raza negra, y mientras se marchaba tuvo que escuchar la inevitable alusión a su color de piel, a lo que respondió en similares términos (“¡y tú blanco!”).

En seguida uno tiende a juzgar el hecho en clave racista, pero una valoración en ese sentido pienso que es precipitada si no se atienden las circunstancias particulares de cada caso. Hablamos de jóvenes que aún están creciendo, sin ideas claras sobre lo que supone el rechazo o la discriminación y carentes de la formación intelectual necesaria para comprender el alcance de mucho de lo que dicen.

Recordemos cuando éramos chavales. Siempre había un gordito o un flacucho, alguien con gafas o con muchos granos, con otra particularidad física o un apellido fuera de lo común que le convertía en blanco de las burlas. Todos lo hemos vivido, en nuestras carnes, como acosadores o simples espectadores. A esas edades lo que no se perdona es destacar, ser distinto, tener algo que los demás no tienen. Se señala al diferente por el hecho de serlo, y se resalta la cualidad que lo diferencia como un modo de castigar, dañar y hacer sentir mal. No veo intenciones más profundas y este tipo de conflictos (casi) siempre se resuelven sin mayores consecuencias.

Sin embargo, cualquier alusión al tono de piel ya se concibe como una agresión racista, sin más. No creo que esto sea bueno, principalmente porque, pienso, no es cierto. Un adolescente temprano no está aún facultado para entender las implicaciones de un insulto racista. Por lo general solo quiere quedar por encima, superar al otro y, si puede, humillarle. Son cosas de niños que tampoco debieran ir más allá, somos los adultos los que atribuimos intencionalidades que no tienen por qué existir, los que trasladamos nuestros prejuicios a nuestros hijos, los que contaminamos su lenguaje.

Que un chaval llame “negro de mierda” a otro no debería preocuparnos más que si le llama “gordo asqueroso” por estar obeso o “cuatro ojos” por llevar gafas. Es natural (poco edificante, pero natural) este comportamiento entre la chavalería, lo ha sido siempre y no por ello existe un sentir “gordista” que promueva la discriminación por razón de peso. Son cosas que la edad acaba diluyendo. No me cabe duda que quien tiene compañer@s de otras razas en el colegio será más sensible a la problemática de la discriminación racial que cualquiera de sus padres. Aunque no lo parezca, estamos avanzando en ese aspecto.

Así que, por favor, no le demos más importancia que la que tiene. Ejerzamos de padres, de educadores o de simples ciudadanos con conciencia cívica, eduquemos conforme a una reglas básicas de respeto mutuo y no inventemos problemas raciales donde solo hay chiquilladas. De los adultos depende que no se conviertan en otra cosa.

Cine de 2021 que ha pasado por estos ojos

A continuación dejo un listado de las películas de 2021 que han visto estos ojitos, junto con un enlace a la reseña que dejé en Filmaffinity...