Mi pregunta es, ¿merece ésta mala bestia una segunda oportunidad? ¿Debe el sistema concederle el beneficio de la duda dentro de unos años y premiarle con beneficios penitenciarios? ¿Hay derecho a que su ex mujer viva con el alma en vilo a medida que se acerque el día de la puesta en libertad de éste animal? ¿Hay derecho a que semejante alimaña vuelva a amenazar el discurrir de las personas normales?
Yo lo tengo claro: éste asesino no merece volver a pisar la calle. Que muera en prisión.
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