sábado, 8 de octubre de 2011

Dream Theater, Within Temptation, Manchester Orchestra, Taking Back Sunday y Thrice, algo del rock de 2011

Seguidamente, paso a reseñar brevemente algunos de los discos que he estado escuchando últimamente y que han sido publicados a lo largo de este año que ya encara su último cuarto.


DREAM THEATER. "A dramatic turn of events"

Sin solución de continuidad, los neoyorkinos Dream Theater continúan con su ritmo de producción habitual dos años después de su anterior entrega. No dejaron que el abandono de uno de los fundadores y principales forjadores del carácter de la banda, el baterista Mike Portnoy, les afectara y, rápidamente, se hicieron con los servicios de Mike Mangini, presuntamente, baterísta más veloz del planeta. El resultado no puede achacarse a la nueva incorporación, o a la ausencia de alguien tan carismático como Portnoy.


Dream Theater llevan 25 años de carrera y que a estas alturas facturen discos de un perfil tirando a bajo no debe sorprender a nadie. Es el lógico desgaste de una banda que nos ha entregado momentos sublimes, inconmensurables. A dramatic turn of events es un disco simplemente correcto, digno, pero con pocos highlights. No es un disco que emocione, que ponga la piel de gallina. Images and words (1992) y Scenes from a memory (1998) son irrepetibles. El paso de tiempo se cobra su precio, no se puede repetir fórmula con tanta frecuencia sin generar algo de cansancio (aunque en su disco previo aún se podían encontrar joyas como The count of Tuscany). Pero esta vez las balas de gran calibre brillan por su ausencia en la recámara. Breaking all illusions sí nos acerca al éxtasis, pero solo a ratos durante su largo minutaje, como el estribillo de Build me up, break me down o el épico comienzo de Outcry. Son solo pinceladas, el cuadro completo hace que la nota final descienda.

El resto de canciones destila clasicismo y AOR; practicamente nada sorprende por su originalidad o personalidad. La guitarra de John Petrucci lo ejemplifica. Insiste en sus solos, punteos mil veces repetidos, pero escuchándole a veces uno cree estar oyendo a Neal Schon o Eric JohnsonMangini ha pagado el pato de la novatada, y sus nuevos camaradas han ahogado su batería en la mezcla. Quizá para sus ya ex-compañeros haya sido un alivio librarse del exuberante Mike Portnoy, pero se nota su ausencia. Tres baladas, por cierto, se me antojan demasiadas en un solo disco, y son en gran parte responsables del tono medio-bajo que preside la grabación. Quizá los DT sí necesitaban el parón que demandaba Portnoy.

A pesar de todo, se lleva anunciando el ocaso de Dream Theater 
desde comienzos de la década pasada, y ahí siguen. Todavía pueden volver a hacerlo, pero no ha sido ésta la ocasión. Esto es On the back of angels.






WITHIN TEMPTATION. The Unforgiving

Ví a estos holandeses en directo allá por 2003, siendo teloneros de Paradise Lost, cuando les conocíamos cuatro y el gato. De hecho, tuve conocimiento de su existencia a raíz de aquella actuación en la sala Caracol de Madrid donde presentaban Mother Earth (2001). Poco después ficharon por una discográfica grande y se convirtieron en estrellas, facturando discos que aunaban metal épico y grandilocuente con melodías pegadizas. Dos CD´s, The silent force The heart of everything les lanzaron al estrellato, dejando atrás un pasado ligado al doom-metal, aprovechando la brecha abierta por los usamericanos Evanescence.



A uno le daba por pensar que 2011 sería un buen año para, con motivo de su nuevo lanzamiento, explorar nuevos caminos y ahondar en la evolución de su música. Esperanza vana, The unforgiving, a pesar de una portada que abandona los tintes oscuros y góticos, lo cual sugería un cambio de rumbo, para acercarse a la estética de los videojuegos, vuelve a ofrecernos lo mismo de las dos entregas anteriores. Si acaso, se les nota más heavys, lo cual se evidencia en la abundancia de solos de guitarra, un aspecto casi inexplorado hasta la fecha en sus canciones, en una estética de videoclip más agresiva y en que Sharon den Adel se olvida de los gorgoritos para entregarse a una vocalización más propia de una banda de rock. Sin embargo, la esencia de su música sigue siendo la misma: una base de metal reforzada por apabullantes arreglos sinfónicos y melodías pop. Sin más complicaciones. Continuidad sin complejos. No digo que el disco no esté bien, porque de hecho se pasa en un suspiro, pero sí que las sucesivas escuchas los desvalorizan poco a poco, dejando el regusto de lo ya visto. Las concesiones al heavy están incluso en los poco imaginativos títulos, alusivos a tópicos del género, de algunas canciones (Shot in the darkIn the middle of the night...). Lo más brillante es Murder, tema vibrante y poderoso que se aleja algo de la tónica general. Pero aquí les dejo con esta imitación de HIM llamada Faster.

No hay código para pegar, así que pincha aquí para ver el vídeo.





MANCHESTER ORCHESTRA. Simple Math

Ni son de Manchester ni son una orquesta, aunque sí lei en una revista que este es uno de los grupos del momento. Después de escuchar su tercer disco no entiendo bien tanta espectación. Es una banda cuyos miembros lucen pintas de hippies de la América profunda, por muy contradictorio que suene, y su música es la suma de un rock años 70 tipo Free o Bad Company y los aires alternativos de DredgThe Verve y unas gotitas de Mogwai. Para colmo emplean unos arreglos de cuerda que me hicieron recordar a la ELO, ahí es nada. De Simple Math 
solo me quedaría con el corte que le da título, el más ampuloso y emotivo, dentro de un conjunto de temas donde dominan los medios tiempos y en el que se echa de falta algo más de chispa, empuje y profundidad. No es un disco recomendable para animar fiestas.

Tampoco hay código, así que pincha para ver y escuchar Simple Math.



TAKING BACK SUNDAY. Taking back sunday

El punk-rock no es de mis géneros preferidos, y lo escuchado en el último CD de Taking Back Sunday no me ha hecho cambiar de opinión. Vale que los puristas dicen que ya han superado su etapa punk y que ahora se han estandarizado en un rock más mainstream, pero me he molestado en escuchar Tell all your friends (2002), el que, dicen, es su obra cumbre, y no me ha hecho cambiar de parecer. El caso es que sí, este disco homónimo ya carece de esa rabia y velocidad típicas del punk y se nota más acomodado. Más cerca del llamado punk-pop de Fall Out Boy y similares, quizá no es más que una adaptación a los tiempos del AOR de los 70 y 80 (si este blog fuese más visitado me llovería de todo por decir esto). La actitud no sirve de mucho cuando la música aburre, es el problema de muchas formaciones que presumen de actitud punk.


Ídem Faith (When I let you down)


THRICE. Major/Minor

Thrice es uno de los más renombrados integrantes de la llamada escena post-hardcore. En su ya sexto disco han culminado un proceso de evolución en el que han ido dejando atrás la violencia y velocidad de sus inicios para dejar paso a un sonido más maduro y sobrio, aunque no es suficiente para que su música me seduzca. Su cantante tiene un tono de voz similar al de un Richard Patrick, mente maestra de Filter, aunque con menos carisma, y sus melodías, ásperas a pesar de la contención, carecen del toque melódico de unos ThursdayMajor/Minor no es un disco adictivo y solo las repetidas escuchas pueden hacer que uno penetre en sus recovecos. Otra cosa es que tenga la paciencia de esperar tanto. Esto abre su disco y se llama Yellow belly.





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