"Tengo una pregunta absurda para esta tarde", le dijo hoy a Zaplana, quien también se reconoció en la misma situación. "¡Anda que yo! Todavía no la he hecho"La verdad, tamaño derroche intelectual le deja a uno sin palabras. Lo primero que se me viene a la mente tras escuchar y leer éste diálogo robado es, ¿quién le hace los deberes a Rajoy y a su fiel escudero Zaplana? No se qué respuesta es peor, si que les imponen las preguntas desde unas instancias ocultas pero fácilmente percibibles o que ellos son autores y responsables directos tanto de sus interpelaciones como de la estupidez intrínseca de las mismas. Siempre bajo los términos lógicos en los que declara moverse Rajoy, que quede claro.
Y la segunda lectura, la que además me ha movido a escribir ésta entrada, es que una vez escenificado ante las cámaras lo que a todos ha sonado como un pacto de no agresión en materia antiterrorista con el Presidente Zapatero, al Partido de la Patraña se le ha acabado el chollo, ha dejado de disponer de su principal fuente de invectivas para desgastar al Gobierno. Y lo más desolador es que, efectivamente, no parece que dispongan de otro argumento con el que mantener el alto grado de causticidad que venía caracterizando su labor de oposición. Funcionan con el titular del día, y si éste no les proporciona carnaza (todo lo relacionado con el 11-M ya lo dan por inexprimible) no tienen otra que rebajar el tono. ¿O es que un acuerdo verbal en política antiterrorista es suficiente para dilapidar la violenta estrategia de oposición ejercida en los últimos tres años, en el Congreso y fuera de él?
Que la ruptura de la tregua (la de diciembre en Barajas, que fue la oficiosa pero dolorosamente tangible) pilló al Gobierno, y en especial a su Presidente, con el paso cambiado es algo que hasta un ciego puede ver. Ahora es el PP el que debe acomodarse a las nuevas circunstancias, y los primeros pasos no le están resultando demasiado cómodos a tenor de los continuos deslices que protagonizan desde su cúpula:
"Quiero transmitir a los españoles un mensaje de esperanza: ETA es una gran nación. España, perdón, es una gran nación."Menuda empanada (o menuda obsesión) capitaliza las neuronas de Mariano en éstos momentos. En semejante estado se le va a dar peor hacer lo que más le gusta: engañar.
Si es que Rajoy está pasando de necesitar un logopeda a necesitar un psicoterapeuta. A este paso tendrán que habilitar una habitación acolchada en el sótano del Congreso.
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