lunes, 5 de abril de 2010

Los culpables de los atentados terroristas son sus autores

Sigo viendo en la red comentarios que responsabilizan a José María Aznar del 11-M. Le llaman criminal y asesino, aludiendo tanto a la matanza de Atocha como a las miles de víctimas civiles que la invasión aliada desató en Irak. Tales conclusiones me parecen desmesuradas, simplistas y entradas de lleno en el sectarismo más ciego. Aznar no es ningún santo de mi devoción, nada más lejos de la realidad, pero ello no me lleva a culparle de hechos de los que no tiene responsabilidad directa.

Uno de los aspectos que más perplejo me dejan es que esas terribles acusaciones parten de un sector social con escasa tendencia a aplicar ese mismo rasero a su espectro ideológico. Ese discurso es el mismo que convertiría a Zapatero en
responsable de la muerte tanto de soldados españoles en Afganistán como de civiles afganos. O de cualquier otra eventual acción perpetrada por el yihadismo radical en suelo español, desde el momento es que los integristas exigieron la salida de fuerzas aliadas de aquel país. ¿Están quienes se ceban con Aznar dispuestos a firmar semejante cosa?

No perdamos la perspectiva.
Los atentados sólo tienen unos culpables, y son sus autores. Luego podemos entrar en análisis acerca de las circunstancias y los contextos para entender, que no justificar, los actos terroristas. Pero no con el objetivo de culpar,
 llevados por nuestros prejuicios, a quien no ha puesto las bombas. No olvidemos que ese juego malabar convierte al 11-M, además, en una respuesta legítima del castigado pueblo musulmán en Oriente Medio. Pero no del ciudadano medio que sufre los rigores de la guerra, sino de las fanatizadas castas que posibilitan la pervivencia allí de teocracias medievales que agreden a diario las libertades más básicas. Y a los perpetradores de la masacre en representantes igualmente legítimos de millones de personas que, en modo alguno, les han designado para encarnar su pensamiento por el mundo.

Otro caso que me viene a la mente es el del
atentado de ETA contra el Hipercor de Barcelona en 1987. Pese a que fue reconocida judicialmente la deficiente actuación policial, nada de aquella masacre se hubiera producido de no ser por la intención criminal de la banda terrorista vasca. El imprevisto, la negligencia y el error son supuestos que planean sobre cada acción humana y su presencia en nada resta tinte criminal a los execrables actos terroristas. Hay que huir del trincherismo y evitar caer en esa trampa sólo porque con ello sentimos acreditadas nuestras posturas previas.

2 comentarios:

  1. Qué razón tienes y cuanto indocumentado hay por el mundo. Lo que no sabe la tropa es que los atentados del 11M se habrían realizado hubiera o no hubiera habido guerra en Irak, ya que la planificación de los atentados es previa a la invasión estadounidense.

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  2. De lo de Atocha no, claro (al menos, no tenemos datos para afirmar que Aznar estuviese detrás...). Pero de lo de Irak, que el tal Josemari todo el mundo sabe que es RESPONSABLE, tras promover por activa y por pasiva esa sucia guerra, codeclararla con Pus y B-Liar en Las Azores y emprenderla junto a ellos.

    Eso hace de él un criminal. Como lo es, en realidad, y cada uno en el grado correspondiente, cualquiera que promueve una guerra, aunque sea “sólo” desde un periódico (todas, de hecho, suelen empezar así).

    ¿O es que sólo va a ser un criminal quien se mancha literalmente las manos de sangre?

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