Durante mucho tiempo la Caverna mediática y política ha cargado contra José Luis Rodríguez Zapatero por el simple hecho de ser su adversario directo. Además veían en él unos valores opuestos a los que el conservadurismo español, en su colosal estrechez de miras, intenta preservar. Durante la pasada legislatura se sobrepasó la simple crítica para entrar en espeluznantes acusaciones que convertían a ZP en una suerte de nuevo Satanás, tan desmesuradas, histriónicas y plenas de odio e inquina que el votante no tuvo más opción que dar la espalda a aquellos que las emitían. Yo le he defendido de muchos de esos ataques en distintos foros y blogs, también en esta misma bitácora. Lo hacía, desde mi modesta posición, porque me parecía justo, de ley y me abochornaba como ciudadano que la insidia fácil y el cretinismo sistemático pudieran triunfar sin recibir una réplica adecuada. Y porque, hasta cierto punto sus posiciones tenían defensa desde distintas ópticas.
Pasado un tiempo, no es plato de buen gusto comprobar que las circunstancias me sitúan ahora en un plano paralelo al de quienes no hace tanto eran mis rivales dialécticos. No es que me haya vuelto facha, pero lo que no puedo es cerrar los ojos ante el cúmulo de despropósitos que ya atesora en su haber el todavía presidente y que, posiblemente, empezó un día antes del atentado de ETA de la Terminal 4 del aeropuerto de madrileño de Barajas, con aquella declaración que, luego se demostró, nos hablaba de la desorientación y necedad de este gobierno.
ZP tuvo una primera legislatura cuando menos aceptable, y más si tenemos en cuenta la oposición carroñera y desprovista de toda ética que tuvo que sufrir. Pero no se puede negar que en cuestión de predicciones el tipo ha quedado como a)un completo inepto b)un embustero redomado, consiguendo incluso que quien le votara dos veces consecutivas ya no le crea en nada de lo que dice. Si echamos un vistazo a su pasado más reciente la vergüenza ajena aflora en cuando leemos sus vaticinios en materia económica y laboral. Entrados más en materia, tras casi tres años desde su reelección no ha sido capaz, ni el ni su equipo, que algo debe pintar, de articular una sola medida mínimamente eficaz para combatir el paro galopante que sufrimos que no sea un parche; no ha sabido rebajar el déficit sin cargar el peso de la reducción sobre las espadas de los más débiles; se ha entregado a la administración Obama de forma análoga a la de Aznar con Bush; ha adoptado políticas que suponen una traición a su electorado, su programa y su ideario; ha aceptado sin rechistar que le impongan decisiones cruciales desde fuera, convirtiendo el resultado electoral español en papel mojado; no tubo bemoles para combatir el modelo de crecimiento cuando este estaba en pleno auge porque no supo o no quiso anticiparse a la burbuja inmobiliaria… Y más cosas que me dejo por no extenderme.
Hace unos meses pensaba que la moción de confianza era un paso necesario para validar su giro político, pero ya no. El mamoneo parlamentario es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos. Allí se compran y se venden alianzas y apoyos como si de un mercadillo se tratase; no se busca el interés general sino un reparto de las distintas parcelas de poder que deje medianamente contentos a todos esos parásitos que llamamos diputados. En el momento en que le impusieron qué política económica debía seguir España ZP debió irse, decirnos a los españoles que ya no son soberanos y que lo votado en las urnas deja de tener valor y, a continuación, marcharse a casa. En su lugar prefiere participar del engaño, del asalto a las instituciones (ex) soberanas y de la genuflexión ante entes difusos a los que nadie ha votado. Ha contribuido decisivamente a que en España la palabra "democracia" quede como algo ajeno a nuestro país. Nunca tuvimos una democracia de gran calidad, pero ahora su certificado de defunción está definitivamente sellado.
Ya no le encuentro defensa. ZP me parece un lastre, un zombi, un muerto viviente que nos persigue tratando de alimentarse de nuestras entrañas. De hecho, todo su partido me lo parece. La disolución del PSOE sería un paso en la buena dirección para la regeneración ideológica y ética de la izquierda española. Necesitamos otra clase de políticos y otro sistema distinto a esta falsa democracia representativa. Pero claro, para eso también necesitaríamos otra clase de ciudadanos, con criterio y espíritu crítico. De tal modo, me parece que vamos a seguir jodidos durante mucho tiempo.
Dijo que el poder no le iba a cambiar. No nos falles le pedían… Zapatero es la mayor decepción de la política española reciente. La ilusión que generó tras cuatro años de pestilente abolutismo popular se ha tornado en irritación y desesperanza. Mucha gente estaba tan ansiosa de algo distinto que personalizó sus deseos en su candidatura, ávidos como estaban de un soplo de aire fresco a la trasnochada política española. Todas esas esperanzas, esos sueños de cambio, han quedado hechos añicos. Zapatero es un político que, ahora, representa justo lo contrario de los principios que le auparon a la Moncloa. Y el electorado, el mismo que le llevó a ganar dos elecciones seguidas, se lo va a hacer pagar.
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Mmm. Hay cosas que no son del todo ciertas, si bien es cierto que estoy de acuerdo en gran parte de lo que dices.
ResponderEliminarLo que no me parece del todo cierto es lo que dices respecto a que no ha hecho nada para cambiar el modelo económico mientras todo iba bien, a nivel económico. No sé como es en toda España, pero sé que al menos, en Cataluña, se lleva cuatro años invirtiendo y promoviendo el cambio de modelo, que poco a poco se va haciendo, pero un cambio de este calibre, para todo un país, lleva una generación completarlo, con lo cual, será difícil ver resultados en menos de diez o quince años.
La gente tenemos memoria cortoplacista y somos muy irritables. Sólo nos fijamos en lo que se ve y no nos acordamos ni del pasado ni confíamos en el futuro, motivo más (según mi parecer) por el cual el PP volverá a ganar las elecciones.
En lo demás, ya te digo que te doy la razón. Ha hecho lo que el PP haría en la misma situación, quizás no tanto porque con el partido conservador ya habría despdido libre, pero se ha acercado, aunque ahora la gente piense que Rajoy y su equipo son los únicos que nos pueden sacar de esta sin fastidiar a los débiles, o al menos es lo que él mismo intenta vender.
Saludos
No se que pasará en Cataluña, pero el aumento exponencial del paro en todo el estado tras el estallido de la burbuja deja claro que no tenía ninguna alternativa al modelo inmobiliario, más allá del de sol y playa. Solo cuando ya tenía la catástrofe encima se le ocurrió aquello de la ley de economía sostenible, pero es muy fácil implementar soluciones cuando el problema ya es de todos. Lo difícil es anticiparse, y Zapatero no lo ha hecho. Incluso se vanagloriaba de lo bien que iba el país en sus primeros años de legislatura.
ResponderEliminarLos problemas económicos en España son estructurales. Durante mucho tiempo, Zapatero se negó a entregarse por entero a las presiones neoliberales. Con el estallido de la crisis inducida, que neciamente negó (ni siquiera era necesario para ganar en 2008), fue precipitándose la presente dictadura de “los mercados” y entonces se quedó sin margen de acción... Bueno, sí, tenía una a su alcance: DIMITIR, prestando un gran servicio a España, a la ética y por tanto a la humanidad. Podría haber proclamado a los cuatro vientos que se negaba a tolerar la imposición externa. Frente a ello, se aferró a la poltrona, cosa que ya era notoria desde que, con el advenimiento del “Mesías” Obama, se arrimara a las faldas de éste...
ResponderEliminarEntretanto, la crisis medró y dejó al descubierto los problemas estructurales de nuestra economía, basada en el “monocultivo” (o dúo...: turismo y construcción), con plus de paro incluso en los años del 'boom' y con una falta de visión de futuro que esa etapa dorada (y los fondos de cohesión de la UE) camufló bajo la aparente prosperidad, ahora comprobada tan efímera como engañosa.
Zapatero lleva mucho tiempo muerto políticamente. No es raro que en la crisis actual de los controladores todavía no haya dado la cara.
Lo de Rubalcaba ayer pudo se perfectamente su puesta de largo oficiosa como candidato a la Moncloa, ¿no crees?
ResponderEliminarSin ánimo de defender a Zapatero y, como ya he dicho antes, un cambio de modelo no se soluciona en una legislatura, ni en dos, ni siquiera en tres.
ResponderEliminarObviamente el paro estará en aumento hasta que ese cambio no empiece a ser significativo, para eso puede que tengan que pasar todavía un par de legislaturas, sé que es demasiado tiempo y que la gente quiere trabajo ya (bueno, no todos, algunos estirarán el paro todo lo que puedan), pero dudo que ningún gobierno estuviese preparado para lo que nos ha venido encima.
Saludos
Cualquier gobierno debería estar preparado para ser honesto con sus ciudadanos, y más uno que vino de la forma en que vino el de ZP.
ResponderEliminarHonestidad y política? Así? Todo junto? Uf! y a mi me decían que era utópico por tener afinidad con el anarquismo... :P
ResponderEliminarSaludos