jueves, 23 de febrero de 2012

Qué hay detrás del rechazo a juzgar el franquismo

Con tanto Garzón para arriba y para abajo en los medios, he tenido tiempo de reflexionar sobre el tratamiento dado a la dictadura pasados los años. Moviéndome por la red he detectado cierta corriente de pensamiento, ignoro si muy extendida, poco proclive a revolver el pasado en lo que atañe al franquismo y con una base argumental un tanto inquietante. Sus directrices giran en torno a la idea de que agitar determinados hechos pretéritos, reabrir las heridas lo llaman algunos, puede llevarnos a un estado de confrontación social muy poco deseable. Sin decirlo, quienes así hablan se están refiriendo a otra guerra civil. Quiero decir algunas cosas al respecto.

Primero situemos a los actores de este conflicto. La izquierda social y política es la que con más ahinco defiende recuperar la memoria histórica, reparar a las víctimas del franquismo y saldar cuentas con el dictador. En el otro extremo, la derecha social y política es la que suele blandir la postura opuesta: no hay que mirar al pasado, dejemos dormir a los muertos y cerremos este capítulo de nuestra historia. A grandes rasgos así quedarían definidas las dos posturas, a día de hoy, irreconciliables.

Entiendo hasta cierto punto el posicionamiento de la derecha. Mirar al pasado no es lo propio de sociedades modernas y a nadie le agrada rememorar los episodios dolorosos de la historia de un país. Suena a estancamiento, a negación del progreso, a un aferrarse a lo ya transcurrido con más fuerza que a lo que nos proyecta hacia el futuro. Hay que admitir que, aunque sea desde una óptica retórica, son argumentos que se observan poderosos.

Pero, ¿que implican? ¿Qué pagamos a cambio de comprar esa supuesta estabilidad social e institucional? Analicemos el axioma principal: agitar el pasado y reabrir las heridas puede llevarnos a un estado de confrontación social, aka guerra civil. Si lo releemos suena terrible. Nos están diciendo que poner sobre la mesa los horrores acaecidos durante casi 40 años de dictadura nos pone en riesgo de conflicto bélico. De tal modo, es lógico inferir que, en respuesta a la osadía que, en apariencia, supone cuestionar críticamente el régimen de Franco hasta esos niveles, hay quien podría tomar una iniciativa violenta, esencialmente un golpe de estado, para restablecer el orden. Y también sería razonable suponer entonces que ya tenemos personas con esa idea en la cabeza pululando por nuestro país. Una idea durmiente quizá, pero ocupando un hueco en su mente a la espera de una chispa que la active. ¿Es descabellado este razonamiento?

Si meternos en según que jardines implica el riesgo de consecuencias catastróficas, o lo que es lo mismo, si saldar cuentas con la dictadura nos puede conducir de nuevo a la guerra, esto solo puede significar que aquí todavía hay gente dispuesta a liarse a tiros en el momento en que cobre relevancia una concepción social y estatal diametralmente opuesta a la que defienden. De ahí entonces, no cabría más conclusión que aceptar que la única forma de vivir en [semi] paz en España para los no afectos al carnicerito de Ferrol es envainársela en lo relativo a Franco y sus cerca de cuatro décadas de extraordinaria placidez (Jaime Mayor Oreja dixit). Cerrar la boca ante todo aquello que estos entes consideren intocable y tragar arrobas de bilis, no sea que activemos algunos resortes demasiado delicados y todo vuelva a saltar por los aires.

Si esto es así, ¿lo podemos llamar vivir en democracia? Porque a mí me cuadra más llamarlo vivir bajo la coacción y la intimidación, aunque sean de baja intensidad. Una democracia cercenada y con la amenaza permanente sobre la libertad de sus ciudadanos, en el momento en que estos se pronuncien sobre lo que no deben, no es digna de tal nombre.

Vayamos más lejos ¿Es aplicable este discurso a ETA? ¿Hay, en consecuencia, que pasar la página del terrorismo etarra una vez que la banda desaparezca definitivamente? ¿Es lo que defiende la derecha más ultramontana? [inciso: si nos atenemos a la lógica ultraderechista, revisar el franquismo desde la perspectiva que se quiere hacer es, directamente, faltar a la verdad histórica]. Pero poniéndonos en los zapatos de alguien de derechas que reprueba la dictadura, que los hay, ¿cuántos habría que aceptaran esta analogía? ¿Cómo encajarían ver a Arnaldo Otegui recibiendo con fastos y festejos el cargo de Lehendakari? ¿Cómo se lo tomarían todos aquellos que aplaudieron la despedida final de Manuel Fraga, ex ministro del antiguo régimen, el Otegui del franquismo?

Yo creo que hay que pasar página en determinados aspectos, los menos truculentos quizá. A Fraga la democracia y sus actores le han tolerado, y él se integró plenamente, como pienso que asimilarían a Otegui con una ETA disuelta. Pero los crímenes de un régimen dictatorial siguen siendo crímenes, sus víctimas lo son tanto como las de ETA y solo desde la legitimación de la dictadura se puede negar este extremo. No hablo de buscar a nadie para meterlo entre rejas; únicamente de compensar a quien sufrió los rigores del terrorismo de estado franquista, aunque solo sea a efectos de reconocimiento moral, desde las instituciones de un país, su país, que se dice democrático. Si poner de manifesto el carácter opresor y tiránico del anterior régimen nos puede llevar a una nueva confrontación civil quizá no merezca la pena luchar por una democracia tan endeble y condicionada como ésta.

Esta subordinación, y así de claro hay que decirlo, existe por los lazos existentes entre el PP y el franquismo. Vínculos ideológicos, económicos y sociales que no quieren terminar de cortar. Sin el respaldo implícito a la causa franquista, y a veces explícito, del PP o de alguna de sus cabezas visibles, traducido en el rechazo sistemático a cualquier iniciativa que la objete (memoria histórica, retirada de estatuas, renombrado de calles...), el tema de la memoria histórica ya estaría más que superado. Pero probablemente ese es un debate que nunca plantearán por el riesgo de escisión interna que entrañaría dentro de su partido y por el daño que la posible dispersión de voto subsiguiente podría causarles. Su perenne obstruccionismo tiene motivos esencialmente partidistas y no se origina en modo alguno en una supuesta búsqueda del bien para España.


7 comentarios:

  1. Hombre, yo supongo que más de uno no quiere que se remueva el pasado, no sea que salga a la luz de dónde ha sacado determinadas propiedades, cómo se ha enriquecido o de quién son realmente sus hijos.
    Pero vamos, coincido contigo en que si únicamente se hace una reparación moral a las víctimas, gente como esta no debería tener nada que temer.
    Y sí, este clima de amenaza implícita lleva años en el aire, es así de triste. Respecto a lo de ETA, efectivamente más pronto que tarde hará que muchos se retraten.

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  2. Hola Alter.
    Partiendo del hecho de que ya conoces mi postura favorable a la memoria historica en virtud de esa ética a la que apelas y de que tu postura de compensar a las victimas y no perseguir (necesariamente, entiendo, según qué casos) a los responsables (porque han cascao ya la mayoría, entre otras cosas) me parece probablemnte la más acertada (punto medio virtuoso), déjame hacer de abogado del diablo:
    - Cierta es la amenaza velada de nueva guerra civil si se remueve el tema, lo que directamente hace que la analogía con ETA no sirva (al menos del todo): No hay amenazas veladas (que yo sepa o, al menos, con tanta insistencia) de guerra civil si se olvidan las victimas de ETA. Desde el punto de vista ético si hay analogias obvias, pero no existe riesgo de confrontación nacional por ello (tampoco creo que el riesgo con el franquismo sea muy alto, más allá de un puñado de exaltados ruidosos, aunque nunca se sabe)
    - Dices ..."no cabría más conclusión que aceptar que la única forma de vivir en [semi] paz en España para los no afectos al carnicerito de Ferrol es envainársela en lo relativo a Franco y sus cerca de cuatro décadas de extraordinaria placidez...". Sustituye las referencias al "carnicerito" por "el esposo mujeriego", "la esposa alcoholica", "la bruja de la suegra", etc. y verás que la situación, en este caso a nivel doméstico, no difiere en lo esencial: Si quieres que tu familia (no ya tu matrimonio, si no tu familia al conjunto, que tus hijos no se conviertan en estadisticas de fracaso escolar, de obreros no cualificados o, más extremo, de drogadicción, etc.) más de un@ y más de dos han tenido que envainársela igual, tragar carros y carretas y soportar muchos desplantes simplemente porque han considerado que era preferible a la ruptura familiar (igual que otros han considerado lo opuesto). Tiene que ver con tener claro que es lo importante, entender de sacrificio o, simplemente, carecer de la fuerza y o el valor de hacerlo. Sopesar pros y contras y elegir la, demasiado a menudo, solución menos mala.
    - Finalmente, te recuerdo la teoria que Neo y yo hemos defendido en el Desco a menudo: Hacen falta al menos 1-2 generaciones más que no hayan tenido contacto directo alguno con la dictadura para que empecemos realmente a librarnos de ella y tengamos la posibilidad práctica de pasar página en buenas condiciones, con o sin envaine y por parte del que sea.

    PD: MIra, los de yahoo te copian post ;)
    http://es.noticias.yahoo.com/blogs/cuaderno-historias/los-esclavos-thomas-jefferson-161602414.html

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    1. Eeemmmm... Agradezco tu intervención, Selito, pero no se exactamente qué pretendes demostrar... Y coincido en vuestra valoración en lo tocante a las generaciones que han de pasar hasta que se supere el trauma de la dictadura.

      Tampoco creo que haya riesgo real de conflicto, al menos a corto plazo. Solo llevaba un poco más allá las veleidades golpistas que he leído en medios y foros. Sin ir más lejos, Fachita en el Desco lo ha dejado caer en más de una ocasión, así como quien no quiere la cosa. Y gente como Pío Moa o PedroJeta también han firmado artículos más o menos tácitos sobre ello. Hay gente que le tiene ganas al sistema, pero no precisamente para solventar sus defectos en pos de una mejora.

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  3. Hombre, demostrar, lo que se dice demostrar, pues no pretendía nada de eso. Puntualizar si lo miramos por el lado bueno, pejiguerear si por el malo ;)
    A ver, el párrafo de ETA era sólo para decir que no me parecen comprables la amnistía franquista a una idem a los etarras en virtud a tu argumentación de amenaza de guerra civil (y los ha habido más directo que le viejo Fachi), precisamente porque nadia ha amenzado, veladamente o no, de guerra respecto a ETA
    Y el siguiente párrafo era para decir que eso de envainársela y tragar sapos y culebras ante injusticias evidentes es, en relaidad, el pan nuestro de cada día en el ámbito familiar, social (pe, comunidades de vecinos) o laboral, en los que todos (o casi) podemos sin duda contar como nos la hemos envainado al menos una vez en la vida en aras de una mejor convivencia en el ámbito que sea. Y llevando el argumento al límite, pues que si lo hacemos a nivel individual podría ser planteable a nivel nacional en el tema del franquismo.
    Y que no afirmo que así tenga que ser, preferible que no, pero que tampoco sucedería nada que no sucediese todos los dias en la galaxia, q uno u otro nivel. Nadie dijo que esl mundo era justo.

    Puntualizar o pejiguerizar. Tú decides, que es tu blog ;-P

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    1. No era mi idea hacer una comparación a ese nivel. La analogía es admisible en lo tocante a la dignidad de las víctimas. Unas no son menos dignas que las otras. Y menos cuando ahora en Tribunal Supremo, en la sentencia absolutoria de Garzón, admite el desamparo a que han estado sometidas.

      Luego no se cómo puedes argumentar lo siguiente cuando eres uno de los apóstoles del cambio de modelo sistémico :D

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    2. Uy, esto suena a conversación de sordos... ;)
      Cierto que tu intención comparativa era la dignidad de víctimas y familiares, pero el argumento que con más vehemencia has empleado es el guerracivilista, no hay más que ver las frases en negrita del 1º párrafo de tu post, que es en el que yo me he centrado (y la absolución de Garzón y esa admisión de desamparo, quien sabe, tal vez traiga algo bueno en el futuro y el juecesillo valiente (e impertinente) todavía se salga con la suya, aún indirectamente)

      Lo de "Luego no se cómo puedes argumentar lo siguiente cuando eres uno de los apóstoles del cambio de modelo sistémico" (gracias por el apostolado que me infieres, me alegro de haber colaborado a tu evangelización al respecto... ¡calla, no lo estropees! ;-P) supongo que va por contemplar la posibilidad del envainamiento como opción válida y consideras que eso es incompatible con el apostolado del cambio.... Pues no tiene nada que ver, creo.
      Respecto al envainamiento, contemplo (que no afirmo) la posibilidad (que no la certeza).... como opción (se puede elegir, pues)..., e insisto, todos los hacemos algunas vez en nuestras vidas.
      Y la necesidad de cambio es palpable, otra cosa muy distinta es cuándo puede llevarse a cabo y (mira bien las palabras elegidas) tal vez, cabe la posibilidad de que el cambio venga de la mano del envainamiento, como cabe la posibilidad contraria o ninguna.

      La llevas....

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  4. Ole, ole y ole, Alter. Eres un crack.
    ;)

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