miércoles, 10 de mayo de 2017

Reseña: con "The Optimist" Anathema aún muestran músculo creativo y poder para emocionar

Desde que publicaran su anterior disco en 2014, "Distant Satellites", tenía cierto temor al siguiente paso que Anathema fueran a dar. Entonces parecieron emprender una nueva dirección que podía ir acercándoles a terrenos más experimentales y abandonar el sólido trayecto que hasta ese momento llevaban recorrido. No era una impresión que invadiera todo el disco, se plasmaba en dos o tres cortes, es cierto. Pero al mismo tiempo se respiraba cierta sensación de agotamiento creativo del que ya hablé en su momento. No es algo extraño en bandas veteranas con una larga trayectoria pero resulta desolador cuando le ocurre a uno de tus ojitos derechos. Pero es ahí es cuando les dar por emprender nuevos caminos.

No obstante, respiré aliviado cuando escuché el adelanto de "The Optimist" en Youtube. "Springfield" es una canción que, en cierta manera, también supone cierto viraje en el rumbo de Anathema, y en una dirección que no me desagrada, y es la del post-rock.

No es que me sorprenda, habida cuenta de la evolución que el sexteto de Liverpool ha venido sufriendo con el paso de los años. La cuestión es que les pega, es coherente con su progresión con la salvedad del riesgo que supone verse sumergidos en la inmensa maraña de formaciones post-rockeras existente hoy día. Por suerte, los rasgos de identidad de la banda persisten y no ha sido una adhesión gratuita ni antinatural. "The Optimist" va más allá.

La prensa especializada insiste en encuadrar a Anathema dentro de la categoría de rock progresivo (serán uno de los cabeza de cartel en el próximo BeProg! junto a clásicos del género como Jethro Tull o Marillion) pero solo una visión estrecha se contentaría con semejante simplificación. En un escueto comentario de este blog escribí "The Optimist: dream-pop meets post-rock". Es decir, el dream-pop se encuentra con el post-rock. Los detractores de las etiquetas me odiarán pero a mí me parecen herramientas útiles para definir y clasificar sonidos. Lo nuevo de Anathema sería como combinar a Cocteau Twins o Slowdive con Mogwai o Caspian, añadiéndole la energía que los primeros ya traen consigo de serie.

La electrónica también tiene cabida en este trabajo, pero no es más que un apoyo puntual sin peso real en las canciones, algo que, por mi parte, solo puedo agradecer. No quiero a otros Radiohead tratando de inducirme al coma.

Dejemos a un lado el corte que actúa de introducción, "32.63N 117.14W", más que para decir que no son otra cosa que las coordenadas de la playa donde se sitúa la portada de "A Fine Day To Exit", su disco de 2001, y del que "The Optimist" es continuador conceptual. Realmente empieza con los punteos habituales de guitarra marca de la casa en un corte veloz llamado "Leaving it behind", imitando el modo de comenzar de sus dos discos predecesores. Es un tema que se tira sus cuatro minutos y pico al borde de una explosión que nunca se produce. El típico crescendo a que nos han acostumbrado no se soluciona con un clímax y la canción finaliza súbitamente con la sensación de algo inacabado. Vale, puede que ese efecto sorpresa sea buscado y crea la suficiente expectación, aunque como tema aislado no despierta tanto interés. Por cierto, ¿es Vincent, frontman habitual, o su hermano Danny Cavannagh quien canta? No me atrevo a afirmarlo.

Le sigue, al igual que en sus dos obras predecesoras, un tema en principio lento, "Endless Ways", con la siempre deliciosa voz de Lee Douglas guiándonos. Pero a mitad de canción la banda aprieta el acelerador de la épica, y guitarras y orquestaciones se apoderan de la instrumentación, llevándose el temor de una reedición de "The Lost Song, Part II". No parecen haber intentado de nuevo un autoplagio, al menos quiero pensar que no lo han hecho y me limito a deleitarme de lo que es un corte muy disfrutable.

A continuación, el tema que da título al disco, y que se divide en dos partes. La primera dominada por ese melancólico piano al que tanto recurren y la segunda por una guitarra, de nuevo épica, repitiendo fraseo mientras los violines de fondo recargan el ambiente y le añaden dramatismo. Luego viene uno de sus cortes más experimentales, el instrumental "San Francisco", exclusivamente compuesto sobre acordes de piano y bases programadas que no me parece en absoluto un relleno. Me gusta porque añade atmósfera y cierto carácter espacial que también habla de las directrices musicales con que han afrontado esta nueva etapa.

Después viene el valor seguro que ya he mencionado, "Springfield", lánguida composición en donde la intervención de Lee Douglas se limita a cuatro estrofas, pero es que no hace falta más. Brillante crescendo, genial clímax y poderosa instrumentación en, quizá, el corte más redondo de todo el disco. Muchas bandas de post-rock contemporáneo firmarían una canción así en cualquiera de sus discos.

Y como desde que esta vocalista adquirió protagonismo en el combo inglés siempre hay un tema en que se le permite un lucimiento especial, "Ghosts" es el elegido en esta ocasión. Los preciosos arreglos de cuerda y el piano mortecino son el acompañamiento perfecto para esta pieza sublime del mejor dream-pop, onírico y ensoñador, poético y arrebatador. Qué lejos de aquel doom-metal de sus comienzos, pero qué habilidad la del grupo para atesorar calidad en aquello que hacen, por alejado que esté de lo que les dio un nombre en el panorama musical británico.

"Can Let go" es otra pieza de ritmo rápido que en principio recuerda a "Get Off, Get Out", quizá la peor canción de su disco de 2010 "We're Here Because We're here". Pero a mitad de tema la guitarra de Daniel Cavannagh sale al rescate y logra sacarla de la mediocridad a la que parecía destinada mientras que su hermano Vincent hace lo que puede con un estribillo algo simplón. Si algo es este tema se lo debemos a Daniel, sin duda.

Con "Close Your Eyes" entramos en un terreno rayano con el jazz. Piano, batería con escobillas y arreglo de trompeta se unen a la voz de Lee en una melodía mustia y casi decadente. Una nueva puerta abierta, en definitiva, a la experimentación. La cual continúa en "Wildfires", donde la voz de Vincent es tratada con efectos de eco lo que la asemeja a un canto de iglesia, mientras suenan arreglos electrónicos de fondo. Luego entran las que quizá son las guitarras más duras de todo el álbum para recordarnos que Anathema siguen siendo una banda de rock, algo que llegados a este punto muchos ya estarían dudando.

El broche final es "Back To The Start", la cual empieza recordando un poco a "Internal Landscapes", del "Wheather Systems" (2012). Me llaman la atención unos fraseos que evocan a los acuñados por el difunto Peter Steele al frente de los extintos Type O Negative, pero aún me sorprende más el clímax final que, llámenme loco, me trae a la cabeza el del "Hey Jude" de los Beatles combinado con los violines noventeros de The Verve. Sabido es que los primeros se cuentan entre una de sus influencias (aparte de compartir ciudad de origen) pero nunca antes la había apreciado de forma tan explícita.

Para terminar solo quedaría la conclusión de este que suscribe. "The Optimist" me gusta más que "Distant Satellites", salva ese (pequeño) traspié y nos sigue mostrando a unos Anathema que aciertan en la composición y no se quedan quietos en la parcela creativa. Los puntos altos son muy altos y los inferiores no son tan bajos como en su disco predecesor. Tras varias escuchas, algo imprescindible para asimilar cualquier obra de esta banda, me quedo tranquilo con el presente de los de Liverpool. El futuro ya se verá, pero el presente se mantiene sólido y firme, inquieto y ambicioso. Y eso es síntoma de buena salud en una banda de rock.

3 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con tu reseña, agregaría que creo que la banda le apuesta a la experimentación sin perder su raíz, lo electrónico complementa ciertas atmósferas de forma muy atinada. Nadie lo ha mencionado hasta ahorita pero en Back to the start aparece un cántico Argentino que te encuentras en You Tube y que Danny Cavanagh prometió incluir en el proximo disco hace un año durante su gira por ese pais, esto creo que demuestra un gran detalle por parte de la banda hacia su público... Necesitas verlo en You tube para percibir lo en el disco.

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