Alcaraz quiere que la Justicia le dispense un trato de favor por ser víctima del terrorismo. Quiere poder difamar, calumniar e injuriar todo lo que le desee sin que los objetos de sus invectivas dispongan del derecho democrático a responder en los tribunales. Quiere que el Estado de Derecho haga excepciones, con él cuando insulta y con los insultados cuando intentan defenderse. Quiere, en definitiva, delinquir y quedar impune, pero ya se está percibiendo cierto hartazgo hacia quienes exploran los límites de la libertad de expresión hasta el punto de atravesarlos y ubicarse orgullosos fuera de ellos.
Contaba Alcaraz con que ser víctima del terrorismo era suficiente parapeto, que nunca se iban a atrever con alguien que ha sufrido en carne propia los efectos de la violencia terrorista, circunstancia que enarbola como un estandarte con el fin de influir en los ánimos de quien pretenda someterle al mismo trato que él dispensa. Y hasta el momento funcionaba, su chantaje emocional funcionaba, pero se le acabó el filón.
Parace mentira que haya que seguir explicando según qué cosas en una democracia consolidada como la nuestra. ¿O es que no está tan consolidada como presumimos? Para Alcaraz no debe estarlo, ya que exige un trato al margen del Estado de Derecho que, como todo el mundo debería saber, se fundamenta en reglas jurídicas, y esas reglas dicen que quien quiera denunciar un comportamento delictivo ha de hacerlo en sede judicial y con pruebas por delante.
Lo que Alcaraz ha hecho es acusar a personas y entidades fácilmente identificables de un delito de colaboración con banda armada, pero ni se ha personado en la Audiencia Nacional ni ha presentado prueba alguna. Por tanto, está cometiendo un presunto delito de injurias y, como cualquier otro tipificado en nuestro Código Penal, es un delito denunciable y perseguible por la acción de la justicia. Alcaraz, con su desorbitada salida de tono, no ha hecho sino activar los mecanismos que determinan el normal funcionamiento de las instituciones democráticas, ni más ni menos. Que se queje por ello sólo demuestra su escaso talante democrático y su percepción patrimonialista del Estado y sus instituciones.
Pero termino, por extraño que parezca, rompiendo una lanza a favor de éste individuo. Alcaraz sufrió en su familia el zarpazo de la violencia terrorista, algo terriblemente difícil de asimilar. No me atrevo a aventurar cómo sería mi evolución psicológica si sufriera un episodio de dolor tan duro y cruel, tal vez me volvería loco. Porque yo disculparía al presidente de la AVT si todos sus exabruptos tuvieran su origen en una mente enferma producto del trauma de ver vilmente asesinados a sus familiares cercanos. En serio, le disculparía, creo que es humano perder la noción de la realidad tras un hecho así, no todos tenemos la misma fortaleza mental. Y sería mejor para él que estuviera loco de atar, porque la alternativa a la locura sería la vileza, la mendacidad y la infamia. Y eso no hay parapeto que lo oculte.
Soy de la opinión de que todo delito ha de ser castigado.
ResponderEliminarAlcaraz puede estar tranquilo, comparando su delito con los que comete el entorno de ETA, y siguiendo la actual política del gobierno, es posible que le empapelen en el 2090.
¿Recuerdas el atentado de la C/ Torrelaguna en Madrid, en 2001?. Guardo un trozo de metralla que entró por la ventana del salón.
Hago memoria ... fue en el 2000. Estaba mi mujer embarazada ... claro que eso a los nacionalistas vascos les importa poco.
ResponderEliminarGUIS, no se si lo has visto pero te cito en un meme varios post más abajo. Por si te apetece...
ResponderEliminarSi Jiménez Losantos sale de rositas, por qué iban a empapelar a este hombre?
ResponderEliminarEs cierto que este hombre tiene otro estatus que Federico, este hombre es víctima del terrorismo, como otros miles de españoles (pero por lo que parece, el más).
Es vergonzosa la utilización de ese "estatus" para despacharse a gusto contra todo lo que no comulgue con sus ideas, pero no creo que deba ser castigado, porqué si se le castiga habría que encerrar a tanta gente que al final nos quedaríamos solos y sin nada que comentar...
Salud!
Yo también creo que ésto no irá más allá, el precedente de Losantos pesa pero también se ha dado alguna sentencia en su contra. Sin embargo, no está de más que éstos que se querellan a la mínima y se erigen en baluartes de la democracia prueben en sus carnes algo de su propia medicina.
ResponderEliminarGracias ... me pones en un brete.
ResponderEliminarComo diría la Obregón me tendré que esgrimir las meninges.
Un saludo