La sentencia SÍ vincula Irak y Al Qaeda con el 11-M

Hay dos clavos ardiendo que aún sostienen la golpeada moral de los conspiranoicos después de que la sentencia del juicio por el 11-M vertiera toneladas de realidad sobre la infecta montaña de infundios que habían levantado: la “autoría intelectual” y la ausencia de Irak y Al Qaeda en la planificación de la masacre. Sobre lo primero, baste decir que dicha intelectualidad jamás se plantea en los juicios a etarras, en los que se suele condenar por hechos materiales, salvo cuando se trata de dirigentes juzgados por ordenar atentados. Pero ocurre que ordenar no significa planear o idear. Y sobre lo segundo hay que ser contundente: no es cierto.

Existe consenso general en señalar a Osama Bin Laden y el conglomerado terrorista conocido como Al Qaeda como ideólogos del 11-S, del mismo modo que también se da dicho consenso al subrayar que la estructura de la células terroristas islamistas no se asemeja al terrorismo que hemos vivido en Europa y que aún hoy padecemos. Los comandos yihadistas funcionan de forma autónoma con respecto a su fuente ideológica, y no está acreditada una organización jerárquica análoga a la que se atribuye al IRA o a ETA sino que éstas células se autogestionan a la hora de organizarse y actuar.

Por todo ello, no es creíble la estampa de un Bin Laden llamando desde Afganistán (o donde quiera que estuviese) a Mohamed Atta para dar la orden de ejecutar los atentados contra las torres gemelas. Estaríamos ante la figura de un “autor intelectual” que no se ensucia las manos por actuar en la distancia. Para que la motivación yihadista de un integrista musulmán eclosione no es necesario el permanente contacto con el ideólogo. En las páginas 172 y 173 de la sentencia se explican los términos de esa motivación, tan general que es asumible por cualquier potencial fundamentalista islámico, se encuentre donde se encuentre:

Los ocho ocupantes del piso junto con los procesados Rabei Osman Al Sayed Ahmed, Hassan el Haski, Youseff Belhajd, Abdelmajid Bouchar, Jamal Zougam, Basel Ghalyoun, Otman el Gnaoui, Gnaout o Kanoui, Mohamed Larbi Ben Sellam, Rachif Aglif, Mohannad Almallah Dabas, Fouad el Morabit Anghar, Mohamed Bouharrat, Saed el Harrak y Hamed Ahmidan, son miembros de células o grupos terroristas de tipo yihadista que, por lo que ahora interesa, mediante el uso de la violencia en todas sus manifestaciones, pretenden derrocar los regímenes democráticos y eliminar la cultura de tradición cristiano-occidental sustituyéndolos por un Estado islámico bajo el imperio de la sharia o ley islámica en su interpretación más radical, extrema y minoritaria.

En el caso de Rabei Osman, El Egipcio, su imputación era, ciñendonos a lo que nos ocupa, en calidad de inductor y dirigente. ¿Acaso inducir es sinónimo de planear o idear? Está más relacionado con ordenar o persuadir, llevar a otros a ejecutar una acción mediante orden directa o sugerida. Y dado el carácter autónomo de las células yihadistas, no es difícil colegir que las proclamas provenientes de Al Qaeda y Osama Bin Laden suponen acicate suficiente sin que exista necesidad de personalizar en alguien una “autoría intelectual” fuera de lo por todos conocido. Todo esto a tenor de los hechos a día de hoy probados.

Lo anterior, la nebulosa “autoría intelectual” a la que se aferra todo conspiranoico que ve peligrar el objeto de sus desvelos, entronca directamente con la presunta ausencia de Irak y Al Qaeda de la sentencia del 11-M. Se agarran a la no presencia de un párrafo, una frase clara y taxativa que relacione los atentados de Madrid con el conflicto iraquí y con la organización terrorista integrista, pero es que el trabajo del tribunal no era el de explicitar esos vínculos, y mucho menos el de dar publicidad a los motivos esgrimidos por los terroristas.

No obstante, de la sentencia se extrae la suficiente información como para afirmar que Al Qaeda e Irak están estrechamente relacionados con la comisión de los atentados del 11-M. Páginas 644 y 645:

(...) no hay posibilidad alguna de enlazar ese alias con el de el Abou Dojanah al Afgani en cuyo nombre se reivindican los atentados de Madrid. [pg. 644]

(...)

Hay sospechas, hay indicios, pero estos son equívocos, pues incluso está probado que las reivindicaciones hechas en nombre de Abou Dojanah fueron efectuadas por Jamal Ahmidan, el Chino, y Serhane el Tunecino. [pg. 645]

Y ahora pasemos a leer la transcripción de la cinta de reivindicación encontrada en una papelera junto a la mezquita de la M-30 de Madrid el día 13 de marzo de 2004 que, según la sentencia, grabaron El Chino y El Tunecino, considerados autores materiales de los atentados:

"Declaramos nuestra responsabilidad de lo que ha ocurrido en Madrid, justo dos años y medio después de los atentados de Nueva York y Washington. Es una respuesta a vuestra colaboración con los criminales Bush y sus aliados. Esto es como respuesta a los crímenes que habéis causado en el mundo y, en concreto, en Irak y en Afganistán, y habrá más si Dios quiere.

Vosotros queréis la vida, y nosotros queremos la muerte, lo que da un ejemplo de lo que dijo el profeta Mahoma, si no parais vuestras injusticias la sangre irá más a más, y estos atentados son muy poco con lo que podrá ocurrir con lo que llamais terrorismo.

Esto es un aviso del portavoz militar de Al Qaeda en Europa

Abu Dujan Al Afgani"

En la página 172 de la sentencia encontramos:

Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet [alias El Tunecino], Jamal Ahmidan, alias El Chino, Mohamed Oulad Akcha, Rachid Oulad Akcha, Abdennabi Kounjaa, Asrih Rifaat Anouar, Allekema Lamari y una octava persona que no ha sido identificada, junto con otras que se dirán, en la mañana del día 11 de marzo de 2004 colocaron, en cuatro trenes de la red de cercanías de Madrid, trece artilugios explosivos de iniciación eléctrica compuestos por dinamita plástica y detonador alimentados y temporizados por un teléfono celular o móvil.

¿Sabemos sumar dos y dos?

Contra la mentira y la manipulación, información. Sentencia de la Audiencia Nacional: Antencedentes: Hechos probados I; Hechos probados II; Fundamentos y fallo.

PD: Justo es agradecer a Elkoko su esfuerzo en deshacer falacias conspiracionistas. Sin él ésta entrada no habría sido posible.