Pedro J. besa las posaderas de Rajoy

Es muy curioso la doble moral que gastan algunos "periodistas". El director de El Mundo no deja títere con cabeza cuando se refiere a medios de la competencia al criticar sus afinidades políticas, pero luego su periódico de descuelga con titulares en portada, como el de ayer día 28, que nos hacen pensar que Pedro J. intenta dotar de un nuevo sentido a la palabra lameculos:

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Hay que joderse con la noticia de alcance. Y en portada.

Luego, el marido de Ágata Ruiz de la Prada intenta ofrecer una imagen equidistante con algún que otro editorial, pero lo que define las cosas no es la excepción, sino la regla, y no conviene que la excepción deje de serlo por el bien de los dividendos. La regla de El Mundo, sencillamente, es besar el trasero de quien le pueda procurar una mejor posición económica y empresarial.

¿Qué será lo próximo que le dediquen a Rajoy? ¿Un titular en negrita y a tres columnas sobre la final del torneo de dominó de su barrio y el brillante modo en que se deshizo de sus rivales? ¿Una columna que verse sobre la habilidad del ¿líder? popular a la hora de encontrar corbatas a buen precio? Por favor, no pido imparcialidad, eso es un anhelo casi utópico en el abanico periodístico español, y si ya cuesta conseguir lo probable no es cuestión de ponerse a beber los vientos por lo imposible.

Lo que sí es esperable es un mínimo de dignidad. Si se van a poner a chupar culos, que al menos no se note tanto. Que notarse se va a notar, sí, pero ya digo, que al menos guarden las formas. Semejante punzada de vergüenza ajena puede amenazar la salud de más de un lector incauto.