martes, 13 de mayo de 2008

La dudosa ética del fotoperiodismo

China ha sufrido un terrible seísmo que se ha cobrado varios miles de víctimas mortales, y la edición en papel del diario gratuito ADN ha escogido la siguiente fotografía, ilustrativa del tema central de lo que ha sido su portada de hoy, martes 13 de mayo:

El pie de foto reza: “Una mujer intenta salir de los escombros de un edificio destruido por el seísmo en Dujiangyan, China, ayer.” La foto es de Reuters. Sin embargo, la descripción no es fiel a lo que la imagen reproduce. Entiendo que más adecuado y descriptivo sería el siguiente pie de foto: “Una mujer intenta salir de los escombros de un edificio destruido por el seísmo en Dujiangyan, China, ayer, mientras otra persona permanece impasible a su lado sin mover un sólo dedo para ayudarla y una tercera inmortaliza la escena, también sin prestarle ayuda”. Quizá es demasiado largo y un tanto dramático, sí, pero no tengo dudas de que es más fiel.

Se me ocurren varias posibilidades: 1) la foto es falsa y el fotógrafo ha pagado a esa mujer para que simule una situación límite que no está viviendo, al menos tal y como transmite la imagen; 2) la foto es real y el fotógrafo y su acompañante (en el supuesto de que fueran juntos) demuestran una crueldad inhumana anteponiendo la gloria profesional a la ayuda inmediata a una víctima directa; 3) ninguna de las anteriores, aunque no se me ocurre una alternativa ajena por completo una de las dos primeras.


Hay precedentes que ilustran el primer caso. La excorresponsal de TVE en Oriente Próximo, Ángela Rodicio, acusó en su libro al también excorresponsal de guerra y hoy afamado novelista Arturo Pérez Reverte de pagar a milicianos para escenificar situaciones de guerra que le hicieran quedar bien ante la cámara (en justicia, enlazo el artículo en el que Reverte se despacha contra Rodicio en contestación a sus alusiones). Sobre la ética del fotoperiodismo actual existe un debate hoy día que trata de establecer el límite entre la libertad de información y el respeto a la dignidad de la persona, sin que se llegue a posturas consensuadas.


La foto de Reuters que emplea ADN para ilustrar su portada me incomoda y me lleva plantearme algunas cuestiones que no se si la profesión periodística sería capaz de contestar satisfactoriamente. ¿Es lícito grabar o fotografiar en lugar de prestar ayuda? ¿Es moralmente aceptable el uso de la desgracia ajena porque otros han hecho de ello parte de su profesión? ¿La libertad de información es un paraguas bajo el cual todo está permitido? ¿Es la censura una opción cuando la dignidad de la persona es atacada?


Cuestiones peliagudas, sin duda. La profesión periodística camina hoy día sobre un hielo muy delgado.

3 comentarios:

  1. Lo cierto es que, a priori, estoy de acuerdo con tus tesis, pero quisiera puntualizar algo.
    ¿Hasta qué punto sabemos si el fotógrafo y el tipo al que se le ven las piernas no han intentado ya, sin éxito, ayudar a la mujer? No es moco de pavo sacar a alguien de unos escombros, sobre todo si tiene lesiones. Tal vez (y lo digo siendo muuuy generoso), los tipos ya han hecho por ayudarla, no lo han conseguido, y simplemente están ahí esperando la llegada de ayuda profesional. A lo mejor la almohada que se ve bajo la cabeza de la mujer se la han puesto ellos, e incluso puede que le hayan pedido permiso para hacer la foto (ya que ella parece consciente).
    Ojo, que no digo que nada de esto haya pasado, ni siquiera que sea probable, pero me queda la duda. Con todo, no invalida tu argumento en pro de la ética periodística.
    Ciao!

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  2. Ósqar, no termino de definir una postura personal precisamente porque es un tema en el que se dan algunos matices. Pero hace falta tener la sangre muy fría para hacer una foto como esa, aun si el supuesto que sugieres se esté dando. Saber que te vas a ganar el sueldo producto de la desgracia de otros no es algo que a mí me fuera a resultar fácil de digerir.

    Saludos.

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  3. De todas formas, algo me dice que este es un asunto peliagudo sobre el que se han debido escribir ríos de tinta.
    ¿Cómo crees que presta más ayuda un (foto)periodista? ¿Colaborando como un voluntario de ONG más o haciendo llegar sus fotos a donde vayan a causar impacto?
    Me explico: imagina que eres un periodista y estás en Sudán rodeado de niños malnutridos y enfermos. Tal vez puedas usar tus ahorros y hacer que unas decenas de niños (o familias!) obtengan comida para unos días o semanas. Tal vez hasta puedas pagar un pozo para una aldea o semillas para un huerto. Pero, ¿solucionarías a largo plazo y gran escala el problema? ¿No sería más fructífero hacer fotos impactantes que remuevan conciencias en el primer mundo? Seguramente condenarías a muerte a los niños que te rodean, pero ¿quién sabe si salvarías muchas vidas de niños a los que no tienes delante?
    No sé, me parece un tema jodido y para pensar mucho en él. No creo que sea todo blanco o negro...

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