miércoles, 23 de julio de 2008

El Tribunal Supremo hace suyas las conclusiones sobre el 11-M

Tenía pensado escribir una entrada al hilo de la reciente sentencia del Tribunal Supremo (TS) en referencia a los recursos presentados por acusaciones y defensas en el caso del 11-M. Pero ya han transcurrido demasiados días y hay gente que ha escrito sobre el particular lo suficientemente bien como para que baste con hacerme eco ello. Es el caso de la primera parte del desglose que José Donís publica en Hispalibertas y en el que examina algunos puntos clave de la sentencia del TS, la cual aparece enlazada. Lo acompaña una columna del director de la página, Manel Gozalbo, en la que se hace un devastador análisis de la participación de la autodenominada “prensa independiente”, que no es otra que los medios que han jaleado de una u otra forma la teoría de la conspiración.

No puedo resistirme a extractar un fragmento especialmente poderoso del artículo de Manel Gozalbo.

El 11-S es el equivalente estadounidense del 11-M. También allí hubo una comisión de investigación, incomparablemente mejor que la española. También allí han proliferado los conspiranoicos negadores de evidencias e inventores de patrañas, y así como aquí se apunta el dedo acusador hacia el PRISOE, allí se apunta hacia Bush, los neocones y el Nuevo Orden Mundial. Pero en EE.UU. ninguna prensa seria les ha dado pábulo y ni mucho menos ha formado parte de la conspiranoia ni ha sido su motor, que es lo específico del caso español. En lugar de dedicarse al injurioso comentario de textos so capa de perfeccionismo, los investigadores periodísticos han querido saber cómo pudo producirse el 11-S y qué falló en la seguridad nacional. En vez de criticar una instrucción judicial, allí se ha querido averiguar quién hizo qué. Aquí los medios encargaron el trabajo a ex ufólogos como Múgica o a ex nadies como del Pino, incapaces ambos de entender siquiera un vulgar auto judicial. Allí, en cambio, varios sabuesos de buena raza han logrado destripar la increíble sucesión de errores, negligencias y malfunctions que permitió que ocurrieran unos atentados que pudieron ser abortados en innúmeras ocasiones entre 1995 y 2001. A eso mismo pudieron dedicarse aquí «los pocos medios que hemos investigado el 11-M», a descubrir los errores, negligencias y malfunctions del sistema, pero en los años a investigar gobernaba el PP y querían encontrar a los GAL.

Sólo me voy a permitir una reflexión propia relativa al execrable papel jugado por la AVT, posicionada descaradamente junto a un terrorista convicto como es Rabei Osman, El Egipcio.

Es cierto que El Egipcio fue absuelto por la Audiencia Nacional (AN) del delito de organizador e inductor de los atentados del 11 de marzo, pero no es menos cierto que ni siquiera llegó a ser juzgado por el delito de colaboración y/o pertenencia a banda terrorista al serle aplicado el principio Non bis in idem tras haber sido condenado por el mismo delito en Italia. Una vez se conoció tal extremo, quedó paralizado el proceso contra El Egipcio relativo a esa acusación en aplicación del principio citado, vigente en toda la Unión Europea. Pero que nadie se equivoque: ello no supone una absolución en términos jurídicos, tal y como afirma el TS (pag. 799):

En consecuencia la resolución de la Audiencia Nacional acordando que no procede enjuiciar al acusado una segunda vez, aunque haya sido adoptada tras un juicio oral, no puede entenderse a los efectos de la prohibición de bis in idem internacional como un pronunciamiento firme sobre el fondo, equivalente materialmente a una sentencia absolutoria (Sentencia del TJCE, Caso Miraglia), sino como una decisión con los efectos propios del acuerdo de no proceder, ante la existencia de otro procedimiento por los mismos hechos en otro Estado de la Unión Europea, aunque formalmente deba aparecer como una absolución a causa del momento procesal en que tal decisión es adoptada.

Cómo será el asunto que el propio TS llega a sugerir en su sentencia el modo en que las acusaciones podrían haber procedido para iniciar una causa contra Rabei Osman por pertenencia a organización terrorista:

Dadas las circunstancias, hubiera podido plantearse la procedencia de devolver la causa al Tribunal de instancia para la valoración de la prueba practicada sobre los hechos concretamente imputados al acusado Rabei Osman, pero no existe en ese sentido ninguna petición expresa de las acusaciones.

Por tanto, no hablamos de un ciudadano limpio de polvo y paja, sino de un terrorista condenado por la justicia de un país democrático que, en aplicación de principios jurídicos vigentes en la UE, no ha sido juzgado en España. De hecho, el tribunal de la AN ni siquiera se entró a valorar las pruebas (pag. 797):

En la sentencia impugnada no solo no se contiene una verdadera descripción de hechos probados que permita afirmar finalmente la pertenencia o la dirigencia del acusado en una organización o grupo terrorista, sino que tampoco existe una identificación y valoración expresa de las pruebas que, practicadas ante el Tribunal, le conducen a realizar tal afirmación, lo que impide a esta Sala controlar la racionalidad del proceso valorativo, lo cual, de otro lado, es una de las pretensiones desarrolladas por este acusado en su recurso de casación. Argumenta la acusación particular en nombre de Isabel Ruiz Borrallo que al absolver por tratarse de los mismos hechos, el Tribunal de instancia está expresando de forma implícita que considera al acusado autor de un delito de pertenencia a organización terrorista.(...) lo que resulta trascendente no es conocer el convencimiento del Tribunal, sino cuáles son las pruebas que ha valorado y por qué le han conducido a declarar probados unos determinados hechos. Y en la sentencia se omite cualquier pronunciamiento sobre estos extremos, porque como se desprende de la fundamentación jurídica, al identificar los hechos de la sentencia dictada en Italia con los imputados en esta causa, entendió que no procedía el doble enjuiciamiento, lo que, en su criterio, le excusaba de valorar la prueba. Desde otro punto de vista, la única prueba que puede ser valorada es la practicada o incorporada debidamente al juicio oral, por lo que el Tribunal no cumpliría con su obligación de motivar la valoración sobre la prueba remitiéndose a la efectuada por el Tribunal italiano, sino que habría sido necesario para sostener una sentencia condenatoria que valorase expresamente las pruebas practicadas en el juicio oral celebrado a su presencia. Dicho con otras palabras, el Tribunal español no puede declarar probados unos hechos solo porque así lo haya hecho el Tribunal extranjero, sino que debe basarse para ello en las pruebas practicadas ante él.

En resumidas cuentas, Rabei Osman es un terrorista convicto al que no se la ha encausado en España como integrante de organización terrorista porque el tribunal de la AN juzgó que el delito del que se le acusaba era el mismo por el que fue condenado en Italia, y porque las acusaciones no tuvieron el tino de seguir el procedimiento adecuado para que tal extremo pudiera producirse. Y ahora la sentencia del Supremo es firme.

Pero la AVT no ha tenido reparo es congratularse de la puesta en libertad de éste individuo.

la asociación se muestra "satisfecha de que la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo hayan compartido la tesis de esta asociación de pedir la absolución de Mohamed 'El Egipcio' por falta de pruebas".

Tampoco es que sorprenda habida cuenta de la trayectoria seguida por ésta asociación en los últimos años. La razón de ser (triste y lamentable, cierto es) de la dirección de la AVT es ETA, pero también es su obsesión enfermiza. Obsesión que les ha llevado a buscar a la banda terrorista vasca en el 11-M por activa y por pasiva con el único fin de intentar la absolución de cara a la opinión pública de la actuación del Gobierno del PP durante aquellos funestos tres días de marzo de 2004. Sin importar la ignominia que supone demostrar pública simpatía y afinidad por a un acreditado terrorista. Pero allá cada uno con su conciencia.

ACTUALIZACIÓN: la segunda parte del artículo de José Donís ya está disponible.

ACTUALIZACIÓN 2: la tercera parte también.

4 comentarios:

  1. Al margen de coincidir en algunos aspectos, me parece penosa la equiparación de 11-M con 11-S con vistas a desacreditar AMBAS versiones alternativas a las oficiales.

    Por cierto, no es raro que el ultraatlantista Gozalbo (quien lleva años defendiendo, p. ej., la agresión imperial contra Irán) se ría de quienes en Estados Unidos cuestionan el 11-S. Pero reducirlos a “conspiranoicos” con la excusa de que la “prensa seria” no les hace caso, eso es justamente lo que no es serio. Entre esos críticos hay hasta (ex) candidatos presidenciales (Ron Paul, Kucinich...), además de asesores gubernamentales (como Paul Craig Roberts, el fundador de la 'Reaganomics'), o militares de alta graduación (como el coronel Bowman). No estamos hablando de gente de extrema izquierda ni antisistema. En Europa y en Japón también se han escuchado voces de políticos (tampoco extremistas) que cuestionan igualmente las macabras sandeces oficiales.

    Por lo demás, amigo Flashman, ya te lo dije una vez pero tengo que insistir en ello: ¡Qué triste resulta que para hacer frente a la Derechosa os empeñéis en desacreditar a tantos críticos sinceros de la INVEROSÍMIL versión oficial sobre el 11-S! ¿No os dais cuenta de que así, en realidad, vais de la mano con la peor versión de la Derechosa, la del propio Bush?

    Un cordial saludo.

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  2. Saludos, Cordura.

    Vaya por delante que en ésta entrada no trataba sobre el 11-S y que la cita de Manel Gozalbo me interesaba en lo alusivo a la prensa conspiranoica patria. Gozalbo me parece una mente de lo más saludable dentro de la prensa liberal española, sin que por ello deje de de discrepar en algunos puntos más que potentes.

    No quiero desviar el tema del post, pero ya conoces mi postura sobre el 11-S. No he leído mucho lo que los pro-conspiración dicen por allá pero la coincidencia metodológica con la conspiranoia nacional no es una buena carta de presentación. Aludes a la "prensa seria", esa misma prensa que destapó el Watergate o el Iran-contra no creo que permaneciera callada ante el mayor escándalo político de la historia de la humanidad.

    Y no olvidemos que PJ era el héroe del periodismo de investigación que destapó el GAL y que Alcaraz era una respetable víctima del terrorismo. En virtud de sus actuaciones en los últimos años su prestigio profesional y/o personal no ha salido muy bien parado. Lo digo en respuesta a esos nombres que citas y que parecen tener en su pasado reciente el aval y la garantía de fiabilidad de absolutamente todo lo que digan con posterioridad.

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  3. Amigo Flahman, veo que dices:

    «...la coincidencia metodológica con la conspiranoia nacional no es una buena carta de presentación»

    Hombre, resulta que yo he vivido mucho tiempo en Guadalajara y resulta que el otro día me enteré que De Juan Chaos también (pero, ¿qué culpa tengo yo de sus crímenes?).

    Añades:

    «Aludes a la "prensa seria", esa misma prensa que destapó el Watergate o el Iran-contra no creo que permaneciera callada ante el mayor escándalo político de la historia de la humanidad.»

    Flash..., no compares esos dos temas, que en modo alguno pusieron en peligro al Sistema, con el 11-S, cuyo desenmascaramiento hundiría a aquél. Piensa además, y de modo muy especial, en la ORQUESTACIÓN de los macroatentados perpetrados en esa fecha, con el efecto hipnótico previsto (y conseguido), incluyendo el uso del terror psicológico sobre la población. Ninguno de estos elementos estuvieron presentes en aquellos asuntos.

    Por lo demás, respecto a los personajes que mencioné, lo hice para rebatir que lo que llamáis “conspiranoia” fuera cosa de gente poco seria. En cualquier caso, lo fundamental es ESTUDIAR SUS ARGUMENTOS.

    Un cordial saludo.

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  4. Si, es un tipo de ad hominem. No puedo hablar de sus argumentos porque los desconozco, pero sí puedo hablar de las consecuencias de los mismos, esto es , NINGUNA de relevancia. Ya me corregirás si esto no es así.

    No veo por qué no va a ser comparable el Watergate y el Irán-contra con un 11-S gestado desde “las cloacas del estado” yanki, es más, la repercusión del 11-S hace que revelar la presunta conspiración que hay detrás sea una noticia de proporciones históricas. Me hablas, entonces, de una conspiración a escala estatal de políticos, militares, servicio de inteligencia, prensa... Todos en silencio. Algo sin precedentes hasta la fecha en la historia del mundo, algo que necesita bastante más que unas conjeturas para ser tomado en serio.

    No, no es serio que no haya ni un solo cabo suelto a través del cual desentrañar toda la madeja, ni una sola voz con pruebas concluyentes y nadie capaz de irse de la lengua con datos irrefutables sobre la conspiración. Además, la gestión del gobierno Bush le ha hecho acreedor de muchas antipatías internas, no es un presidente bien visto por millones de estadounidenses lo que remarca el pésimo juicio que presuntamente movió esos atentados: poco popular en su país y terriblemente impopular en el resto del mundo.

    Puede que acertaran, poniéndome en olos zapatos de un conspiracionista, en la reacción a corto plazo del pueblo estadounidense, pero los sectores críticos son hoy día muy numerosos y se hace difícil continuar por la senda determinada por el 11-S, que presuntamente era el motivante del atentado: obligar al mundo y en especial a los USA a seguir un camino muy concreto.

    No, demasiada gente implicada sin desvelar un solo dato, demasiadas bocas cerradas sin inmutarse y demasiado riesgo de que haya quien revele pruebas concluyentes sin que esto ocurra. Demasiado increible. Sobre todo cuando a diferentes inquilinos de la Casa Blanca no les tembló el pulso cada vez que decidieron iniciar un conflico armado en algún lugar del mundo. ¿Necesitó Clinton de excusas equiparables al 11-S para bombardear Irak? ¿Johnson para invadir Vietnam? ¿Reagan para atacar Libia e invadir Granada? ¿Bush padre para invadir Panamá y atacar Irak?

    Si querían invadir Afganistán no necesitaban tomarse tantas molestias, les bastaba con la impopularidad del régimen talibán y sacarse de la manga una potencial amenaza de contagio hacia su aliado pakistaní, en posesión de armamento atómico. Con Irak bastaron un par de montajes (descrito someramente). Así de fácil.

    Sobre estudiar sus argumentos, me pregunto si hay jueces en los USA que lo hacen a raíz de denuncias presentadas. Si no es así, quizá es que esos argumentos no son dignos de tener en consideración. Me repugna en gran medida la política exterior de los USA durante las últimas décadas, pero de ahí a imaginarles provocando el 11-S, en su propio territorio y entre su propia gente, media un abismo. Algo tan extraordinario requiere una evidencia igual de extraordinaria.

    Saludos.

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