Finalmente, Sor Maravillas no tendrá homenaje en el Congreso en forma de placa. ¿O habría que decir Sor Zaplanillas? No es de extrañar que la bancada socialista se haya rebelado. Tener cada día en el lugar de trabajo una jeta como esa tiene que dar un mal rollo tremendo. Luego se pone el grito en el cielo por el absentismo parlamentario pero, ¿con qué cuerpo van a acudir sus señorías al trabajo sabiendo que allí les espera el retrato de alguien que les recuerda a Eduardo Zaplana? Yo entendería las pellas por ese motivo.
Claro que si lo que quieren es un motivo para rescatar a Zaplana de su retiro político tienen más a mano el triunfo de Barack Obama en los USA. Es el pretexto perfecto para dar un paso en favor de la igualdad racial en el Congreso, dando papel preponderante a un personaje con un tono de piel similar al del nuevo presidente norteamericano. Y no creo que en todo el arco político español se disponga de alguien más adecuado que Zaplana.
En cualquier caso, es un día de enhorabuena para todos los hijos de puta de éste país.
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