lunes, 27 de junio de 2011

Crónica del concierto de Dredg en la sala Heineken de Madrid, 23/06/2011

Regresaban Dredg a España con motivo de la presentación de su nuevo disco, Chuckles and Mr. Squeezy, y la Sala Heineken de Madrid fue el lugar escogido en sustitución de la inicialmente prevista Caracol. Tenía mis dudas acerca del recibimiento que iban a tener las nuevas canciones habida cuenta de su descarado giro pop, pero solo unos acordes hicieron que cualquier duda fuera disipada.
La velada comenzó con los mallorquines Trestrece, a los cuales pillé a mitad de repertorio. El sonido no les acompañó demasiado, así que tengo que indagar en la red para enterarme que son una banda de rock indie con multiples influencias. Que le echaran voluntad y arrojo fue suficiente para ganarse los aplausos del escaso público que asistió a su actuación. Seguidamente llegó el telonero principal, una banda madrileña llamada Talen de la que, tras unos minutos de navegación por internet, soy incapaz de encontrar dato alguno [edito: el nombre es Tenpel, no Talen, por eso era incapaz de encontrar nada suyo en la red; mil disculpas por el error]. Su música parecía algo más pesada, aspecto al que contribuyeron sus dos guitarristas y su cantante, con frecuentes vocalizaciones extremas. Aunque parecían ser más conocidos por el respetable que ya empezaba a llenar el recinto, siento no poder decir lo mismo. El sexteto cumplió con la tarea de calentar algo más el ambiente, aunque tuvieran serios problemas para ubicarse en el reducido escenario por el que tuvieron que moverse.

La gente quería a Dredg, y para cuando salieron a escena la Heineken ya presentaba un aspecto imponente. Sonaron los primeros acordes del Another tribe, tema que abre su nuevo álbum, y rápidamente se notaron dos cosas: una, el público se iba a rendir incluso con la peor de sus canciones; dos, el cuarteto, ocasionalmente acompañado por un guitarrista de apoyo, estaba enchufadísimo, en especial su frontman Gavin Hayes, el cual comenzó con una tremenda energía. Lamentablemente los problemas técnicos se hicieron notar en el primer tercio de la actuación, con acoples que taladraban los oídos de público y músicos, y oscilaciones en el volumen de algún instrumento, lo que hizo que un asistente entrara y saliera del escenario con demasiada frecuencia (Mark Engels llegó a amagar con arrojar su guitarra contra un amplificador en señal de frustración). Fue el único detalle que pudo descentrar a la banda en algún momento, pero se sobrepusieron y la parroquia les perdonó los deslices técnicos.


Siguiendo con el repertorio, continuaron con Upon returning, también del nuevo disco, único corte del mismo donde se pueden escuchar algunos riffs reconocibles como tales. Seguidamente el delirio invadió la platea cuando comenzó el repaso de sus canciones antiguas con Not than simple, llegando la explosión con Bug eyes, quizá su tema más representativo y que estuvo a punto de irse al garete debido a los mencionados contratiempos con el sonido. Le sigueron Information, una pieza que aúna la calidad y comercialidad que atesora The pariah, the parrot, the delusion, su disco de 2009, Whoa is me de su celebrado El cielo (2003) y, según el setlist, un fragmento de Movement V 90 Hour Sleep, de su primer disco de 1999, Leitmotif, y que a mí me fue imposible reconocer. Hay que decir que si bien a Gavin se le vio esforzado y con muchas ganas, el sonido general fue demasiado opaco y denso, ahogando su voz salvo cuando la ocasión pedía un descenso de volumen instrumental. Es la mayor pega que le puedo poner a la actuación de Dredg ya que, de no conocer las canciones, se hacía difícil seguir las estrofas.

Continuaron con LightSwitch, de su penúltimo disco, y con la parte final de piano pregrabada, lo cual me supuso una pequeña decepción. Me quedé con las ganas de ver al baterista, Dino Campanella, tocando ambos instrumentos a la par, cosa que ya se le ha visto antes. En Bugs eyes Gavin no se quiso apartar y no pude apreciar si Campanella, al menos en ese tema, hacía gala de su particular dualidad instrumental. Mención especial merece la versatilidad de Dino que, lejos de ajustarse a lo habido en los discos, añadía nuevos enfoques y exhibía una notable capacidad de improvisación en los tambores mientras no paraba de arrojar baquetas que el público recibía alborozado.


Ode to the sun, del Catch without arms (2005), su disco más popular, continuó elevando los niveles de excitación del respetable, cosa que tuvo continuidad con Planting seeds. Down without a fight fue la elección más cuestionable de todo el repertorio, al ser el tema más electrónico y experimental de todo su último disco. En él, Mark abandonó la guitarra y se pasó al teclado mientras que el bajista Drew Roulette hacía lo propio con las percusiones. La densidad sonora hizo irreconocible el tema hasta que Gavin entonó las ultimas estrofas. El nivel volvió a subir cuando Gavin entonó los primeros compases de Pariah, a la que siguieron Of the room y la última del Chuckless... de la noche, The Thought Of Losing You, que evidenció ser la mejor recibida en ésta su nueva entrega discográfica. Hung Over On Tuesday y The Canyon Behind Her se sucedieron entre aplausos y la instrumental Down To The Cellar puso el broche final a casi una hora y media clavada de concierto. Sin bises, que siempre jode, pero con la duración y la intensidad suficientes para dejar satisfecha a la concurrencia.

En resumidas cuentas, un diez para Dredg en actitud y entrega. En cuanto al repertorio, es algo que nunca deja satisfecho a todos. Yo eché de menos Sang real y sobre todo Same old road, pero he de admitir que, en general, las canciones estaban bien escogidas. Sobre el sonido, qué más añadir que no haya dicho ya; desvirtuó lo que pudo ser un concierto memorable dejándolo en algo sobre todo disfrutable por los conocedores de la trayectoria del grupo. Vi a Paradise Lost en esta misma sala en 2005 y la impresión fue muy distinta. Esperemos que para futuras visitas los miembros de Dredg y su equipo de asistentes sean más escrupulosos en el apartado técnico.

4 comentarios:

  1. Muy buena crónica. Qué bueno fue el concierto, y qué buenos músicos son.

    Te adjunto link a mi crónica. Un saludo
    Liet

    http://elprecipiciodeladulcegravedad.blogspot.com/2011/06/cronica-dredg-sala-heineken-madrid-23-6.html

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  2. Los segundos teloneros no se llamaban Talen, sino Tenpel, de ahí que no encontraras nada en Internet.

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  3. Joder, que plancha... Voy a corregirlo.

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  4. Muy buena crónica. ¿Qué tan bueno fue el concierto, y lo que son buenos músicos. Estoy adjuntando un enlace a mi historia. Eso fue realmente amezing, Love asistir a ella.
    Regard's
    Ben Almeer,
    Click here for full story

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