martes, 10 de enero de 2012

Formalizada mi solicitud de apostasía

Hoy ha sido el día en que he hecho efectiva mi solicitud de apostasía de la Iglesia Católica. Entre pitos y flautas me he puesto en enero de 2012 cuando inicié los trámites allá por noviembre del pasado año, pero como tampoco era algo urgente lo he ido relegando en mi orden de prioridades. Finalmente hoy he enviado por correo certificado y con acuse de recibo mi escrito solicitando ser excluido de la Iglesia Católica Apostólica Romana (ICAR).

Había leído en distintos sitios la dificultad de muchas personas para ver satisfecho el deseo de salirse de la secta. En mi caso no he tenido el menor problema con los trámites hasta hoy efectuados. Por ahí se cuentan las trabas que te ponen para obtener la partida de bautismo; hablan de interrogatorios, de preguntas indiscretas y de malos gestos cuando revelas el motivo que te lleva a pedirla. Yo lo recogí a la semana de solicitarlo y no tuve que responder sobre ninguna cuestión. El cura de mi parroquia se mostró muy cordial y no mostró interés alguno en conocer mis razones. Siete días después tenía mi partida de bautismo en el bolsillo.

Escritos declarando la voluntad de abandonar el seno de la ICAR hay muchos por la red y no son difíciles de encontrar. Yo elegí uno que me pareció completo y actualizado al que solo tenía que añadirle mis datos, los de la parroquia donde me bautizaron y los de la diócesis de mi ciudad, dato que también es fácil de conseguir en Internet.

Finalmente solo me quedaba añadir una fotocopia del DNI, la cual es mejor que esté compulsada en la comisaría más cercana, algo que te hacen en el momento de pedirla. Una vez con todo, y para tener la seguridad de que llega a su destino, se mete en un sobre y se envía certificado con acuse de recibo. Hay quien sugiere escribir en el sobre "Apostasía", será para ir mentalizando a quien abra la carta. Yo no lo hice, me basta con tener la certeza de que es recibida. Una vez exista constancia documental de su recepción no pueden desatender la petición. Al menos no de cualquier manera, pero pensemos en positivo y en que no tiene por qué haber mayores dificultades. Tengo como un mes para esperar contestación.

Se que este acto no entraña ninguna consecuencia práctica. La ley no obliga a borrar mi nombre del libro bautismal; a lo sumo, añadir una nota al pie aclarando mi voluntad de no ser incluido allí donde nunca pedí entrar. Aunque esto no es algo de lo que exista obligación gracias a una sentencia del Tribunal Supremo que niega la calificación de registro o "conjunto organizado" de ficheros a los libros bautismales, por lo que no están sujetos a la ley de protección de datos. Lo se y lo asumo. La satisfacción que obtendré cuando lo consiga es puramente moral y absolutamente personal. No espero que ningún católico lo entienda, ni nadie a quien este acto le pueda parecer trivial o gratuito.

Creo que es una buena manera de empezar el año. Las mayores construcciones siempre comienzan poniendo una sola piedra.

4 comentarios:

  1. Felicitaciones. A mí se me va haciendo tarde...

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  2. Enhorabuena, ya contarás qué tal ha ido. A ver si me quito la pereza y me animo yo también un día.

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  3. Yo volveré a intentarlo, ya que en su momento, en 2011 lo solicité y me la negaron alegando en su respuesta que mi escrito era "improcedente" Indignación total...

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  4. Hola, Delia. Yo finalmente lo conseguí, lo describo en este post. http://bit.ly/WIh8cH

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