lunes, 29 de abril de 2013

Siete formas de intentar entender a los defensores del sistema

Por increíble que parezca aún hay quien se revuelve cuando escucha o lee a alguien despotricar contra el sistema y criticar con saña la ruina y la miseria a la que nos está llevando. No parecen importar ni los altos niveles que estamos alcanzando en pobreza infantil, ni el paro absolutamente desbocado que sufrimos, y que no bajará a corto plazo, ni otros indicadores a la baja como las inversiones en educación, investigación o sanidad. Todo ello crucial para la prosperidad de los ciudadanos de un país.

¿Qué demonios le puede pasar a uno por la cabeza cuando escucha o lee a alguien defender con uñas y dientes la vigencia de un sistema que está desencadenando nuestro ingreso directo en el tercer mundo? Y lo que es más relevante, ¿qué lleva a alguien a erigirse en furibundo defensor de semejante estado de cosas? Se me ocurre especular con algunas alternativas.

1) Defienden el sistema porque se benefician de él. En este caso, poco queda por añadir. Es lógico que un beneficiario de algo se rompa la cara por aquello de lo que se aprovecha. Lo que pasa es que su ganancia es hoy día la penuria de millones. Es el máximo egoísmo, el individualismo llevado al extremo. No hace falta decir que, en este caso, estamos hablando de verdaderos hijos de puta.

2) Defienden el sistema por pura esclavitud ideológica. Están viviendo su momento, el PP gobierna de manera casi plenipotenciaria, haciendo gala de un sentido patrimonialista del poder. ¿Cuándo se ha visto algo así antes? ¿Durante el felipismo de los años 80, quizá? Aquello fue nefasto, siempre lo han repetido. Qué mejor manera de demostrarlo que repitiendo la jugada ahora que pueden permitírselo, ¿verdad?. Da igual lo que observen a su alrededor, la consigna del jefe anula cualquier atisbo de libertad de criterio. Y la palabra DEMOCRACIA asoma a sus labios cuatro de cada cinco, la misma democracia que no les parecía tan bien cuando no eran los suyos los que detentaban el poder. ¿A quién van a hacer caso, al líder o a sus propios ojos? A Winston Smith le costó todo un libro (el 1984 de Orwell) pero al final se rindió ante las pretensiones totalitarias del Ingsoc, lo que le costó, en premio, acabar su vida con una bala en la cabeza. En España, hasta que algunos no terminen a las puertas de la indigencia no se van a dar cuenta de que les está costando su fidelidad ideológica.

3) Defienden el sistema por miedo al cambio. Miedo e incertidumbre ante ese posible cambio. ¿Qué vendrá a continuación? ¿Será mejor o peor? ¿Nos adaptaremos o el esfuerzo por adaptarse será excesivo? Mmmm... me quedo como estoy, mejor malo conocido que bueno por conocer, ¿no?. Está claro que el miedo es libre, y al españolito medio si algo no lo gusta es mojarse. Bueno, lo que no le gusta es que trascienda que se moja, que se implica y que demuestra compromiso. ¿Qué van a decir los vecinos, en el trabajo o los familiares? ¿Y si significarme me trae consecuencias? Sí, se que suena gilipollesco. La incertidumbre ante el cambio  lleva a pensar siempre en lo peor y a desechar todo lo bueno que ese cambio podría reportar. Ahora bien, pocos, muy pocos, reconocerán ese miedo, esa cobardía.

4) Defienden el sistema por pereza y desidia. Sí, parece increíble pero podemos soportar lo indecible, la mayor de las crisis y la más terrible de las depresiones...siempre que golpeen en el culo de otro. ¿Moverse, pelear, expresar visiblemente el rechazo y el enfado? Buf, y entre semana, que hay Champions... Anda, dejaos de charlotadas y dejadme tranquilo. ¿Manifestaciones? ¿Para qué sirven? Si al final los políticos hacen lo que quieren... Claro, con gente así, siempre dispuesta a recibir otra ración... ¿Cuántas veces habremos escuchado similares "argumentos"?

5) Defienden el sistema porque el cambio está impulsado por el "enemigo". Porque son unos rojos, unos perroflautas, unos antisistema que además llevan rastas, no se duchan y huelen mal... Como el sistema es tan bueno...como para ser prosistema. Pero sí, los hay, y abundan. La mayoría de las plataformas surgidas con motivo de la crisis tienen un marcado carácter izquierdista, eso es una evidencia que no podemos negar. Matar al mensajero para evitar el mensaje suele ser un recurso dictado por el prejuicio, en este caso ideológico, lo que nos lleva directamente al punto 2).

6) Defienden el sistema por ausencia de criterio propio. Oiga, que los políticos saben más de esto que nosotros. Si hacen lo que están haciendo será porque es lo mejor, que ellos entienden. Estrechamente relacionado con el punto 4) aunque también cercano al 2), abandonarse y dejarse llevar es la única opción viable para quien carece de las herramientas intelectuales más elementales. Uno pensaría que más de seis millones de parados cuando el gobierno aseguraba ser capaz de atajar el paro en dos años, deberían dar que pensar. Bueno, son tantos los indicios, tantas las evidencias de que la clase política española actúa insensible al daño producido por sus decisiones que quien no haya desarrollado sentido crítico ya está condenado a ser un zombi de por vida. Por lo general, confío, la alergia a la información se acaba pagando.

7) Defienden el sistema por verdadera y sincera fe. Vaya, al final llegamos a la fe. Niños acercándose a la hambruna, familias enteras sin ingresos ni posibilidad de tenerlos, servicios públicos otrora ejemplares precipitándose hacia el colapso... En efecto, hay quien piensa que esto es positivo, que nos traerá algo mucho mejor y que todo este sufrimiento es un paso necesario hacia el Valhalla y la puerta de entrada a un plano superior de la existencia en el que la abundancia y la profusión serán la norma imperante y lo que nos signifique ante el resto de la creación. Sí, suena como una de esas religiones chungas de telepredicador usamericano. Los medios de comunicación sistémicos, verdaderos altavoces del poder, son sus principales propagadores. Lo malo es que las creencias ciegas suelen conducir a tremendas catástrofes y a la comisión de las peores atrocidades. Y con un serio agravante: suelen ser mentira.

martes, 23 de abril de 2013

La cultura española a través de su música de carretera

El bagaje cultural de un país subyace a veces de manera que puede no ser enteramente comprensible por todos los ciudadanos. Hay que estar muy sumergido en la realidad sociocultural del lugar para entender determinadas expresiones culturales, no siempre aptas para paladares exquisitos o ajenas a un singular devenir.

Durante mi último periplo al volante he fijado mi atención en una de esas formas de expresión, que no es otra que la música que podemos encontrar en gasolineras y bares de carretera. Las entrañables casetes han sido sustituidas por CD's, pero los contenidos son igual de abyectos. Cambia el soporte físico pero nada hay que haga cambiar el firmemente arraigado cutrerío patrio.



Qué mayor expresión de cultura popular típicamente española que los fandangos de Paco Toronjo. Y es que los españoles somos únicos en el arte de elegir nombre artístico de esos que dejan huella, indelebles en el inconsciente colectivo. Reza la carátula que son los primeros fandangos de su vida. El resto de la humanidad suspira porque también hayan sido los últimos.



Durante mi periplo viajero no saben como eché de menos a Camela, legendaria leyenda de gasolinera. Se conoce que no pasan por su mejor momento, pero no importa. Sus sucedáneos aparentan ser igual de abominables. Estos Kayma ni siquiera tiene el decoro de evitar el parentesco en el nombre. La sombra de Camela es tan alargada como hedionda.



¿Nunca les ha pasado que están delante de una obra musical bajo el epígrafe "Grandes éxitos" y no tienen ni puta idea de quien se trata? No es el caso de La Húngara, toda una figura de la música...en Hungría, porque lo que es en España...



El problema de la letra del himno nacional es de tal calado que ya hay quien ha editado material al respecto. Y no se le ha ocurrido otra manera de difundirlo que distribuirlo en puntos estratégicos de la red de carreteras del Estado. Todo un genio del márketing, gracias al cual esperamos que esta cuestión permanezca irresoluble durante eones.



Por suerte, el brillo de la esperanza asoma sobre el horizonte oscuro. Saber que hay cosas inmutables y valores que nunca cambian proporciona una tranquilidad difícil de cuantificar. Ante cualquier eventualidad, cualquier apuro, un pinchazo fortuito o la vomitona del niño en mitad del asiento trasero, los Himnos y marchas de ESPAÑA son el bálsamo de Fierabrás de todo viajante por carretera. Escuchar "El novio de la muerte" o la "Canción del legionario" mientras contemplas, orgulloso, las imágenes del Caudillo y José Antonio impresas en la carátula, al tiempo que pisas el acelerador hasta sacar el pie por los bajos del coche, te lleva a entrar en comunión con los auténticos valores hispanos, en un éxtasis cercano al nirvana del que solo te sacarán los servicios de urgencia con la radial después de haber dado diez vueltas de campana debido al exceso de velocidad.

jueves, 18 de abril de 2013

Ida de olla o como vincular el atentado de Boston con ETA


La mente conspiracionista no busca patrones que confirmen sus juicios previos y confirmen sus sospechas en favor de una determinada explicación. La mente conspiracionista encuentra esos patrones, al margen del sentido común y saltándose las más elementales reglas de la lógica, que no son más que obstáculos que impiden llegar a la auténtica y absoluta verdad verdadosa.

El desgraciado atentado durante la maratón de Boston, que de momento se salda con tres muertos y más de cien heridos, puede perfectamente convertirse en obra de ETA si aplicamos los mismos razonamientos que durante años han estado empleado los conspiracionistas del 11-M para justificar sus delirios y sandeces.

Las dos ollas encontradas por la policía y que fueron usadas como contenedor del explosivo son de la marca Fagor, fabricante vasco que ha sido vinculado con ETA por el rigurosísimo procedimiento de los emails en cadena. ¿Quién no ha recibido por correo electrónico ese listado de empresas vascas acusadas de colaborar con ETA mediante el pago del impuesto revolucionario? Fagor era una de ellas, lo recuerdo perfectamente. ¿Qué más necesitamos? El que no quiera enterarse es porque tiene intereses ocultos que no le conviene desvelar. A mí no me engañan porque yo SE la verdad.

La segunda pista nos lleva a la mismísima Vizcaya. Allí, ha hecho explosión una tercera olla a presión hiriendo a varias personas. Dos de los heridos son franceses, siendo que la colaboración antiterrorista del país galo ha contribuido numerosas veces a desarticular el entramado etarra fuera de España. Es una venganza de libro, vaya. Esta tercera olla es de tipo industrial, pero el dato crucial es que... es una olla y ha explotado, no me sean pejigueros. El vínculo es inequívoco y no se puede negar. Bien es cierto que no estaba llena de goma 2, amosal o metralla, sino de garbanzos con verduras. Pero con una velocidad de detonación adecuada las legumbres pueden causar un considerable daño, actuando como si fueran rodamientos de acero proyectados, sobre todo si aún no han alcanzado su punto justo de cocción. Además, el uso de este nuevo tipo de explosivo "casero" se ajusta a la delicada situación económica atribuida a la banda terrorista. Obviamente, para alguien de recursos económicos limitados es más fácil adquirir dos kilos de garbanzos en el Eroski que doscientos de dinamita en el mercado negro de explosivos. Diantre, ¿he dicho Eroski? Sí, otra de las empresas vascas que figuraba en el listado que les decía. ¡Si es que todo cuadra!

Como ven, las piezas encajan. Coincidencia temporal, dos ollas de fabricación vasca en Boston, USA, país al que los radicales islámicos le tienen unas ganas que ni les cuento. Otra olla explota en ¡Vizcaya! (joer, ¡si es que está claro!) hiriendo a dos jóvenes de nacionalidad francesa. Y a otros que no lo son, pero ya se sabe que todo objetivo militar conlleva los a veces inevitables daños colaterales. Todo indica, las PRUEBAS señalan a una nueva colaboración entre moritos pelanas y la tropa etarra, intentando golpear en dos frentes al mismo tiempo. La confluencia de intereses termina de cuadrar el círculo.

Solo nos queda un detalle, un último actor cuyo papel aún no está claro, pero es seguro algo pinta ahí. ¿Cómo metemos a Rubalcaba en escena? Fácil: es químico, y para elaborar un buen cocido, cualquiera con dos dedos de frente lo sabe, son necesarios unos sólidos conocimientos de química. Aunque en el caso del ¿líder? del PSOE se trata más de alquimia, no les quepa duda. Suena mucho más siniestro.

PD: Con esta entrada no he pretendido ofender a nadie. Me tomo los actos terroristas con tanta seriedad como el que más. Solo he intentando comentar los hechos desde una perspectiva desenfadada para mostrar lo ridículo de los razonamientos conspiracionistas.

martes, 16 de abril de 2013

Mejor autoapuñalamiento que rebelión


Hoy he escuchado a algunos ciudadanos cercanos a mí opinar sobre las próximas huelgas previstas en el metro madrileño. Sus comentarios era denigratorios hacia el colectivo de trabajadores del metropolitano, con abundancia de lugares comunes: "deberían ir todos a la calle", "solo quieren joder a la gente", "esos vagos se merecen ir a la cola del paro"... El grado de ignorancia y desconocimiento de estas personas es sobrecogedor. Acusan a los trabajadores de Metro de Madrid únicamente de querer más dinero, cuando las protestas están encaminadas a evitar una rebaja de poder adquisitivo y varios cientos de despidos. ¿Para qué informarse? Ya han juzgado y condenado, ellos, desde la cómoda posición de quienes piensan que los demás solo viven y trabajan para servirles. El prejuicio como mejor aliado de la ignorancia.

Ojalá los trabajadores del Metro hicieran una huelga salvaje. Son un colectivo con fuerza para presionar y el suburbano supone un entramado vital para el funcionamiento de la ciudad. Cuánto echamos de menos el resto de asalariados, o al menos lo que aún conservamos algo de conciencia social, poder ejercer una presión parecida cuando los de arriba nos amenazan el sustento. Lo he mencionado otras veces en el blog: los mediocres, en lugar de buscar una mejora general para todos, lo que quieren es igualarnos por abajo, que todos lo pasemos como el que peor lo pasa. Hay que aplastar al que destaca, que es lo fácil, en lugar de intentar ponerse a su nivel, que es lo difícil. Pura mediocridad.

Me gustaría saber si el currito en España es una rara avis o en el resto de nuestro entorno europeo se dan circunstancias parecidas. Aunque supongo que nos tendríamos que comparar con la Europa mediterránea, ya que es ahí donde el grado de atraso socioeconómico que sufrimos encuentra factor de equiparación.

Duele, definitivamente, duele vivir en un país como este. Duele y agota escribir una y otra vez sobre lo mismo. Ante una injusticia, preferimos la simplicidad del autoapuñalamiento que el estrés la rebelión. No me quiero repetir más, así que enlazo otras entradas del blog en la que ya traté este tema de fondo.

Cuidado con el hijo de puta que vive a nuestro lado

La cara oculta el español medio.

Españistán duele cada día más.

Carta a ese ciudadano acrítico que todos tenemos al lado.

El Atlético de Madrid como metáfora de Españistán.

El escaso compromiso del español medio con su realidad social.

Que no nos engañen sobre la responsabilidad de la crisis.

España es una mierda y la culpa es de los españoles.

Retrato de la sociedad española, por Mariano José de Larra.

Estancados en el año 1984.

Cine de 2021 que ha pasado por estos ojos

A continuación dejo un listado de las películas de 2021 que han visto estos ojitos, junto con un enlace a la reseña que dejé en Filmaffinity...