jueves, 16 de noviembre de 2006

Ésta oposición es una ruina (I)

Varias son las claves que aún mantienen a Rodríguez Zapatero en cabeza de la mayoría de encuestas de intención de voto (que siempre hay que coger con pinzas), pero hay una que, a mi entender, es definitiva para comprender cómo un presidente que se muestra titubeante y contradictorio con algunos de sus propios postulados, y que exhibe una política de comunicación nefasta en aspectos cruciales, sigue siendo depositario de la confianza de la mayoría del electorado: la alternativa es todavía peor. De hecho, creo que ésta razón es la que movió a miles de votantes a decantarse por el PSOE en las últimas elecciones generales.

Es un convencimiento que vengo sosteniendo en diferentes foros de opinión durante ya bastante tiempo, por lo que he decidido darle cuerpo en forma de post, dividido en dos partes para hacerlo más liviano, en el que sintetizar algunas de las cosas que, a mi juicio, convierten a la oposición que preside Mariano Rajoy Brey en la peor que ha conocido la democracia española. Se que durante una legislatura el peso de la crítica debe recaer sobre quien ostenta el poder pero, para quien suscribe, la labor de oposición que capitanea el inefable Rajoy ha alcanzado tales cotas de sectarismo, de burla, de desvergüenza y de inmoralidad que han supuesto todo un hito y un peligroso punto de inflexión en el devenir parlamentario y mediático nacional, merecedor por ello de la atención que aquí le presto.

Además, para meterse con Zapatero ya están otros...

Los debates

La verdad es que el discutido líder del PP ya comenzó a demostrar una curiosa afición a cambiar de tercio en función de las circunstancias nada más encontrarse en la oposición. Siendo candidato a las generales de 2004, se negó a mantener debate televisado alguno con Zapatero aduciendo motivos que expresó su director de campaña, Gabriel Elorriaga:
La alternativa al Partido Popular el próximo 14 de marzo no es el partido socialista sino una agrupación de partidos, la llamada izquierda plural, cuyo único punto de coincidencia es la voluntad común de desplazar del gobierno del PP. Lo que pedimos es que el debate refleje esa realidad. Si todos estamos de acuerdo el debate se celebrará.
Es decir, consideraban que un debate justo debía incorporar a todos los representantes de lo que llamaban "izquierda plural". Nada de un cara a cara Rajoy-Zapatero. Pero hete aquí que recién estrenada su faceta de jefe opositor, sus criterios mutaron misteriosamente sin el menor pudor y, curiosamente, recordando lo que el propio Rajoy pensaba cuando era vicesecretario general del PP y director de campaña a las órdenas de Aznar y... claro, con su partido en la oposición.

Nada más perder el PP la responsabilidad de gobierno, Rajoy se puso a solicitar debates al recién estrenado presidente de manera compulsiva sobre los más diversos temas, incluso los más sensibles como el terrorismo, que nadie en su sano juicio convertiría en carne de TV. Y con él solo, nada de invitar a la "izquierda plural" que, además, apoyó a Zapatero a su investidura.

La insistencia en protagonizar controversias televisadas se recrudeció durante la campaña electoral para las elecciones al parlamento europeo. El PP no dudó en aceptar y plantear cuantos debates se le ocurrieron, del tipo cara a cara o en grupo, los detalles era lo de menos... Es lo que tiene estar en la oposición, que te apuntas a un bombardeo...

Reglamento parlamentario

En el contexto de las normas parlamentarias, especialmente llamativo es la pérdida de papeles del jefe de la oposición en el último debate sobre el estado de la nación, en el que se quejaba patéticamente del muy inferior tiempo de intervención asignado para él con respecto al presidente:
Marín pide a Rajoy que ponga fin a su intervención, pues ya supera en más de cinco minutos el tiempo atribuido. Rajoy responde que Zapatero ha tenido dos horas y cuarto para hablar. Ante esto, Marín le pide que no ponga en esta situación al presidente, pues, "como usted sabe, el Gobierno no tiene límite de tiempo. Ha sido así siempre, no presente así las cosas. La comparación no es con el presidente del Gobierno, usted está en la oposición ahora". Rajoy dice que "en estas circunstancias es muy difícil hacer el debate, y Marín le contesta que "estas circunstacias son mejores que las anteriores". Rajoy abandona la tribuna con evidente enfado, y le pregunta al presidente cuándo antes un líder de la oposición ha sido expulsado de la tribuna.
Como bien dice el presidente del congreso, en relación a los tiempos "siempre han sido así las cosas", incluso cuando los papeles estaban cambiados y los correligionarios de Rajoy eran los que disfrutaban de "dos horas y cuarto" para exponer argumentos. Pero él va a lo suyo:
Turno de nuevo para Rajoy. Marín interviene para anunciar a Rajoy que amplía de cinco a ocho minutos su tiempo de dúplica, "para que así termine usted este debate feliz y contento, y yo también"
(...)
Rajoy arranca esta nueva intervención quejándose otra vez de que el presidente del Gobierno cuenta con mucho más tiempo que él para hablar en la Cámara y le pide que se celebren debates monográficos sobre los asuntos que preocupan a los ciudadanos en la actualidad.
Si uno quisiera ser malvado, diría que don Mariano está tratando de manipular la situación para dar la impresión de sufrir un trato discriminatorio, algo completamente alejado de la realidad. El reglamento es para todos, estén en el gobierno o en la oposición, y Rajoy lo sabe. Que cada uno adjudique la intencionalidad (o no) que crea conveniente a su actitud.

En el capítulo de propuestas, y al hilo de lo anterior, llamó en seguida la atención cómo Rajoy Brey comenzó a formular proposiciones que en modo alguno le pareció necesario llevar a cabo al gobierno del cual él formó parte y fue candidato. Por ejemplo, solicitó una reforma del reglamento del congreso que permitiera mantener un debate cara a cara con el presidente durante 15 minutos, en lugar de los dos minutos y medio que el PP mantuvo durante ocho años sin siquiera plantearse tal reforma. Todo un modelo de coherencia.

Terrorismo y proceso de paz

El proceso abierto a raíz del alto el fuego permanente declarado por ETA en mayo es una fuente de incoherencias, insidias y salidas de tono que sonrojarían al más desvergonzado, pero el rostro de perdernal lo aguanta todo, embates como éste y más duros. Para demostrarlo, se subieron al carro de los que acusaron a Zapatero de antisemitismo por criticar las acciones armadas de Israel en territorio libanés, cayendo nuevamente en la flagrante contradicción que supone defender el derecho de autodefensa de Israel y criticar en España el caso GAL.

Uno de los últimos y más vergonzantes hechos acaecidos sobre el particular fue el supuesto aviso telefónico recibido por un etarra momentos antes de una actuación policial. Pues bien, al tiempo que el juez Garzón esta redactando el auto que exculpaba al miembro del PSOE relacionado con los hechos, el sin par Rajoy Brey pedía explicaciones a Zapatero sobre el particular ignorando el procedimiento judicial puesto en marcha sobre y demostrando que, para él, el principio de presunción de inocencia no existe y que esperar las resoluciones judiciales no es propio del normal funcionamiento democrático.

El 11-M

La propaganda que la derecha talibán ha hecho desde sus medios de la teoría conspirativa del 11-M ha sido otro de los puntos en los que más se ha puesto de relieve la bajeza y la ruindad de la estrategia de oposición que ha venido haciendo el partido de Rajoy. A rebufo de informaciones periodísticas acerca de las cuales el propio Rajoy acabó reconociendo su inconsistencia, el líder del PP o bien su portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, su secretario general, Ángel Acebes, o algún otro miembro a quien se le asignaba la infausta tarea de remover el atentado buscando rédito político, el principal partido de la oposición las ha llevado al parlamento sin ningún rubor y sin esperar siquiera confirmación judicial, habida cuenta de que las revelaciones afectaban a un sumario por entonces sometido a secreto.

Incluso han tenido la gigantesca desfachatez de emitir preguntas al ministro del interior sobre sucedidos relativos a los atentados ocurridos durante el mandato de Ángel Acebes en ese ministerio. Y que encima Rajoy se descuelgue con que su partido no se adhiere a teoría conspirativa alguna después de que su diputada redacta-preguntas hable de "presuntos suicidas" en Leganés ya es algo que desafía toda presunción de honestidad intelectual.

Sin pruebas, sin evidencias, sin informes policiales que les respalden, sin absolutamente nada más que un conjunto de desvaríos pseudoperiodísticos que no soportan el menor análisis científico y lógico, el PP trató de sembrar la duda en sede parlamentaria sobre lo acontecido en Madrid el 11 de marzo de 2004.
Ignorando una instrucción judicial que ha producido un sumario de más de 12.000 folios y desarrollado a la luz de los ingentes medios humanos y materiales con que cuentan la Audiencia Nacional, la administración de justicia y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Aún así, siguen intentando sacar rédito político del peor atentado registrado nunca en Europa.

Continuará...

6 comentarios:

  1. ¡La leche, menos mal que lo hiciste liviano!

    Hoy no tengo muchas ganas de escribir, así que sólo comentaré una cosa. ¿Tú has oido decir a Rajoy que él, de la izquierda, no ha aprendido nada? ¿Has escuchado a Rajoy la bajeza de dividir a los españoles entre los buenos (de izquierdas) y los malos (de derechas)? ¿Has visto a Rajoy alegar que los que estuvieron exiliados durante la larga posguerra no fueran españoles, como ZetaP dijo que los que vivimos durante el franquismo no éramos españoles, sino ciudadanos despojados de todos los derechos?

    Como el célebre capítulo de Los Simpson. "Suerte: Homer Simpson. Ejemplo. Tuve mucha Homer Simpson" En el próximo DRAE. "Sectarismo: ZetaP/ Sectario: zetapético"

    Rajoy puede perder con El Inmaculado Líder todas las comparaciones que le pongas... pero en la de sectario, Jose Luis I El Supérfluo le saca 20 pueblos de ventaja.

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  2. Lo de los 20 pueblos es objetivo, que te veo venir... ;-D

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  3. ¿Podrías documentarme esas citas "textuales"?

    Y si te apetece, puedes opinar también del artículo en sí. ;-)

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  4. Flashaman, la verdad, no tengo tan claro que las próximas elecciones las vaya a ganar tan claramente el PSOE, creo que ahora mismo, este partido también está haciendo muchos méritos para perderlas.

    ¿Qué la oposición es mala? Mala no... es un auténtico coñazo. Una serie de reaccionarios que no paran de ladrar hasta aburrir, que sí, al final la gente se los creerá por pesados.

    Creo, que sí el PSOE gana las elecciones, es como dice un amigo mío, es porqué hay mucha gente que le tiene ganas al PP, que está harta de su oposición y su prepotencia. Es más, hablando y hablando llegamos a la conclusión que si el PP perdiese las próximas elecciones por goleada, el partido se dividiría, entre los liberales más centraditos y los reaccionarios hooligans que ahora controlan el partido.

    Aunque todo a su tiempo, no creo que el PSOE las gane sobradamente, incluso dudo que las gane.

    Por cierto, en ajopringue, con Tim Morín, tómatelo con paciencia, hay veces que tiene cierto atisbo de lucidez y se puede discutir con él, pero creo que hay veces que las neuronas se le van de fiesta y es cuando empieza con la serie de piropos como terrorista, islamofascista y todas esas chorradas (te lo digo por experiencia) ;).

    Salud!

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  5. Luismi, no he hablado de resultados en elecciones, sino de encuestas. Y las encuestas las sigue encabezando Zapatero. Sobre las próximas elecciones no me atrevo a pronunciarme, aunque tengo claro quien prefiero que no gane.

    Gracias por el consejo, trataré de no dejarme provocar.

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  6. Si te soy sincero, Flashman, creo que gane quien gane, las cosas no van a cambiar demasiado.

    Creo que en las elecciones sólo ganan los políticos, y siempre, curiosamente, ganan todos, sólo hay que ver los comentarios que hacen después de los resultados, todos son optimistas y todos son buenos resultados para ellos, pero para la gente de a pie, luego no se nota nada el resultado.

    Abiertamente lo digo, no quiero que el PP gane las próximas elecciones, pero es que tampoco me hace ninguna ilusión que las gane el PSOE, y de los otros partidos, si es que existen más partidos que estos dos, mejor ni hablar.

    Salud!

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