El primero: en un post de hace dos días en el blog Periodismo Incendiario, su autor, el periodista Manuel Rico, se indignaba por el modo en que su colega de El Mundo, Víctor de la Serna, entraba a enjuiciar la posible incompatibilidad ética de su labor como bloguero con su tarea profesional habitual como subdirector de El Periódico, todo al hilo de una crítica que el primero hizo a un artículo del segundo previo a las elecciones catalanas. El propio Rico acabó poniendo la continuidad de su bitácora (que es una actividad personal desvinculada del ámbito de su medio) a disposición de su grupo editorial en previsión de los daños que a la imagen del Grupo Z (propietario de El Periódico) pudieran causarles los artículos de Periodismo Incendiario.
Es realmente jachondo ver cómo los que trabajan en un medio que ha convertido sus titulares diarios en una expresión de propaganda sectaria no tengan el menor apuro en quejarse de la ética ajena cuando la de los gerifaltes que les pagan hace tiempo que desapareció sin dejar huella. Cómo los que sobreviven gracias al sueldo que cobran de simpatizantes y promotores de sectas conspiracionistas se solazan en atacar al adversario mediático desde una supuesta posición de superioridad moral, que deja de existir en el momento de mandar sus crónicas al medio que masacra cada día las más elementales normas del código deontológico de la profesión periodística.
Y ahora el segundo: veo a través del blog de Nacho Escolar que la Asociación de Víctimas del terrorismo (AVT), que preside ese personaje tan singular que responde por Paco Alcaraz, ha emitido un comunicado en el que se queja de las parodias sobre ETA que se emiten en el programa de Antena 3 Homo Zapping News. También alude al chascarrillo que, en ese mismo programa, se hizo sobre el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, y sus ansias de vincular a la banda terrorista vasca con el 11-M, amén de otros momentos más o menos hilarantes.
A ver, puedo entender que a una víctima de atentado le haga daño a la vista (y al alma) ver una representación paródica con el problema del terrorismo como telón de fondo, o que lo vea como la banalización de una terrible realidad que ha sumido su vida y la de otros muchos en la completa desgracia. Pero lo que no tiene defensa posible es que sea una asociación como la AVT la que se presente como salvaguarda de determinados valores morales cuando se dedica a pisotearlos de manera sistemática cada vez que ejerce de ariete político, de instrumento de desgaste de quien decide la política terrorista por expreso deseo popular, sea cual sea su color: el Gobierno español.
Porque el comedimiento que Alcaraz le pide a Antena 3 no es precisamente una virtud que le adorne cada vez que abre la boca:
El presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Francisco José Alcaraz, afirmó hoy que 'ya es hora' de que el Gobierno 'deje de dar cabida a este proceso de rendición', y le exigió que diga la verdad sobre lo que se oculta tras los atentados del 11-M y sobre los compromisos que ha adquirido con la banda terrorista ETA. De lo contrario, advirtió, 'la rebelión pacífica irá en aumento, porque es imparable y los españoles están dispuestos a asumir ese reto'.En un sólo párrafo, tres insidias (desde el momento en que no puede probar lo que dice) y una velada amenaza, amén de arrogarse de forma prepotente la representación de los españoles. Ahí es nada. Y es que ese pozo de inmundicias que tiene por boca pueden salir perlas aún peores:
Francisco José Alcaraz, ha afirmado que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es "un traidor, un mentiroso y que no es digno de representar a los españoles".Verdaderos eructos dignos de un fanático:
el acto lo ha cerrado el presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, que ha advertido a los "señores del Gobierno" de que los hombres que consideran "interlocutores válidos" para la rendición de ETA son "los asesinos de casi mil personas".Y todo ello parapetado tras su condición de víctima del terrorismo y presto a saltar contra quien ose replicarle para escupirle a la cara que él representa a "las víctimas", y que quien se posicione enfrente suyo se coloca en contra de todos los que han sufrido alguna vez un atentado y al mismo nivel que cualquier etarra, que cualquier asesino. Que quien le haga frente se convierte en lo más bajo y ruin del planeta porque él dispone de la coartada moral de representar a "las víctimas" (encima no a la AVT, sino a "las víctimas", quieran o no estar bajo su manto protector), y ello le convierte en un ser supremo eximido de ser objeto crítica por mucho que él esté todos los días fajándose en la arena política...
Y todo ésto por no mencionar sus actuaciones como teórico de la conspiración, poniendo a caer de un burro el sumario y a la fiscal del 11-M para, seguidamente, servirse de sus conclusiones para hacer peticiones de miles de años de cárcel para los imputados al tiempo que comparte espacio reivindicativo con los Peones Negros, quienes por su parte hacen esfuerzos por colaborar con la defensa de dichos imputados...
En fin, todo un personaje éste Alcaraz, que ha convertido una asociación de víctimas en un lobby (le ha faltado tiempo a ésta asociación apolítica para anunciar un vídeo en respuesta al que presentó el PSOE poniendo en solfa la actitud hipócrita del PP durante la actual tregua en relación a la del 98), un grupo de presión connivente con la derecha española con la que converge tanto en los fines como en los medios.
Todavía nadie me ha respondido a esta pregunta... ¿Para qué narices sirve organizaciones como la AVT o la de víctimas del 11M? y, ¿Por qué narices deben estar subvencionadas con dinero público?
ResponderEliminarEntiendo que no hay que olvidar jamás los atentados, ni olvidar el peligro del terrorismo, pero, ¿es necesario que reciban dinero año tras año para recordar? Yo no soy de Madrid, pero jamás en la vida voy a olvidar el 11M, y eso que cuando ocurrió, a decir verdad, estaba demasiado enajenado para preocuparme por algo que no me afectaba directamente. Ahora me arrepiento de haber estado tan enajenado.
De todas formas, esto último no es importante, a mi me preocupa más lo primero, acompaño en sentimientos a Alcaraz y a Manjón, pero creo que sus plataformas ya no sirven para mucho, a parte de para hacer partidismo.
Salud!