miércoles, 3 de enero de 2007

Reflexiones sobre el fin de la tregua (III): la oposición

Continúo mi reflexión sobre los tres actores que han protagonizado el truncado proceso de paz con el papel jugado por la oposición, una vez analizado el del Gobierno y el de ETA-Batasuna.

Ninguna persona que guíe sus actos por la prudencia podía concebir un proceso de paz como el recientemente dinamitado (ya me gustaría que ésta expresión no fuera
tan fiel a la realidad) sin el concurso del Partido Popular. Un partido que cuenta con cerca de diez millones de votantes debía estar, por lógica, al tanto de los movimientos gruesos del gobierno en éste asunto, ya que éste no era un proceso comandado por el partido socialista, sino por el gobierno de España. Y eran todos los españoles el máximos beneficiarios del posible éxito.

Sin embargo, la actitud del partido liderado por Mariano Rajoy y de sus medios afines (deliberadamente enlazo dos ramas de lo que, en éste asunto, pertenecen un mismo árbol) ha sido la de una confrontación radical, un extenuante no dar tregua al gobierno, rayano en una indignidad burlesca desde el parlamento y cayendo en la más abyecta y despreciable amoralidad desde púlpitos mediáticos liberales y plataformas adyacentes. Lo que ha dejado patente la derecha talibán es a donde que está dispuesta a llegar con tal de hundir a un gobierno democrático, y si lo consideran necesario, a caballo de una montaña de mentiras y sandeces que avergonzarían al tahúr más procaz.

Es cierto que Zapatero ha cometido errores, que su política de comunicación ha sido funesta hasta el punto de caricaturizar sus propios compromisos, que su tendencia a sentenciar con frases lapidarias era molesta en grado sumo. Incluso, ha tenido momentos en los que podría haberse conducido de otra manera con el principal partido de la oposición, con más tacto y buscando un mejor momento. Pero todo ello, sin dejar de ser criticable, no justifica la catarata de infamias vomitada desde la primera de las manifestaciones convocadas por el ariete político oficioso de la derecha española, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), esa asociación convertida de la mano de Paco Alcaraz en aglutinadora de lo más montaraz de la derecha española.

Zapatero es el presidente y el PSOE el partido gobernante, por tanto, está claro quien ha de llevar la iniciativa en el proceso de desmantelación de una banda terrorista. Y si en su caminar se produjeran errores ya los saldará el electorado cuando proceda, pero lo que no tiene derecho ni el principal partido de la oposición ni la asociación de víctimas mayoritaria es a dictar a un gobierno democráticamente elegido y con amplio respaldo parlamentario las directrices a seguir en su política antiterrorista.

El PP ha acusado a Zapatero de "traicionar a los muertos", de "rendirse", de "entregar las llaves del estado de derecho", todas ellas acusaciones gravísimas que, hubiera sido lo conveniente entre personas honradas, deberían haberse visto acompañadas de las evidencias que alejaran cualquier asomo de duda. Pero lejos de ello, todo éste discurso se asentaba únicamente en percepciones personales, en suposiciones interesadas, en opiniones muchas veces calcadas de las que emiten los prebostes de La Caverna con cargo en la mayoría de ocasiones a una institución sostenida en gran medida por fondos públicos.

Sobre el cinismo y y la soberbia del PP en relación a la tregua de 1998 ya he hablado largamente en éste blog, y sobre las reacciones de la oposición a la ruptura de la tregua entonces y a la actual ya están hablando más que acertadamente en otros puntos de la blogosfera. La infamia es de tal calado que cuesta ser asimilada. Que los terroristas se comporten como miserables degenerados es algo que se les presupone y sobre lo que no cabe dar más vueltas (pese a que para muchos libeggales, si no acompañas cada crítica al PP con una condena sin paliativos de ETA, uno se está situando poco menos que como defensor del terrorismo); pero que personas con cargos públicos y supuestos demócratas utilicen la mentira y la estafa dialéctica como moneda de cambio habitual en el debate político de la forma que lo han hecho, absolutamente palpable, es algo que ha superado toda expectativa en nuestra todavía joven democracia.

Desde casi el principio decidieron dar más crédito a lo que viniera de ETA que a lo que se dijera desde Presidencia del Gobierno o desde el Ministerio del Interior. Eso sí que constituyó una victoria para los terroristas, que el partido que en España respaldan cerca de diez millones de votantes se posicionara más cerca de los comunicados de ETA que de los de Moncloa. Y todo por estrategia, pura estrategia electoral, que no vino provocada por el proceso de paz, sino que lleva produciéndose desde pocos días después de perder las elecciones generales. Es una táctica de acoso y derribo que les ha desprovisto de todo prejuicio moral a la hora de cabalgar a lomos de la mentira más flagrante, de la falacia más notoria y de la insidia más sonrojante.

Y para ayudar a sostener éste castillo de calumnias se han valido a los palmeros de la derecha cavernaria, desde los embusteros patológicos que escupen veneno desde sus medios afines, hasta asociaciones que esconden pretensiones políticas amparados en la condición de víctimas del terrorismo de sus asociados.

El caso de la AVT es el más sangrante. Ha convocado seis manifestaciones contra el gobierno de Zapatero en dos años y medio, aparentemente justificadas por medidas gubernamentales que nunca se han llevado a cabo. Y el PP siempre ha estado allí, codo con codo con Paco Alcaraz, el fanatizado gurú de la nueva derechona, un tipo absolutamente infame, capaz de mentir, de inventarse realidades paralelas y de caer en contradicciones bochornosas, por ejemplo, pedir penas de miles de años para unos acusados por terrorismo y, al mismo tiempo, manifestarse junto a quienes intentan absolverles. No entraré en los vínculos que ésta pandilla de anormales establece con el 11-M a cuentas de la "rendición" de Zapatero porque me saldría del tema, pero en vista del castillo de naipes que se les ha venido abajo (ETA monta el 11-M, ZP gana gracias a ello, ZP premia a ETA con la rendición) espero que alguna mente crítica de ese submundo sea capaz de alzar la voz contra tamaña concatenación de estupideces, propia de mentes enfermas.

¿O acaso ETA ha atentado en Barajas como reconocimiento a las concesiones arrancadas a Zapatero? ¿La kale borroka no eran sino muestras de alegría de los proetarras por los avances conseguidos en la construcción nacional vasca que tanto anhelan?

Pero ni los hechos les apean del burro. Una vez embarcados en un barco de mentiras tan palmario ya uno no puede bajarse sin ser sometido al escarnio propio de quien reconoce, al menos tácitamente, su vergonzosa conducta. Por ello siguen erre que erre con tu catarata de embustes, porque su objetivo no es ETA, sino Zapatero. Lo que quieren es el Gobierno. Incapaces son de reconocer que el atentado de Barajas no es más que la demostración de que Zapatero no ha cedido en lo que ellos denuncian, que no ha regalado la autodeterminación, que no hay amnistía de presos, que no entrega Navarra. Pero ahora no toca creer a ETA. Se la ha creído mientras ha interesado, mientras lo que decía apoyaba sus soflamas. Ahora no, porque el objetivo no era ETA, lo era el presidente del gobierno. Y ahora que lo sienten herido intentan rematarlo. Parece mentira, los que decían ser los máximos exponentes de la oposición al terrorismo han estado actuando, y lo siguen haciendo, en una connivencia de facto, en el plano dialéctico, con los terroristas.

Por todo ello, es especialmente duro escuchar a Eduardo Zaplana decir que su partido "no ha utilizado el terrorismo en el debate político". Lo dicho, el atrevimiento, la osadía, el descaro y el cinismo con que se conduce ésta gente a la hora de engañar me da un pánico atroz. Puede que los socialistas tampoco sean gente a la que sea recomendable dejar solos, pero la derecha que hoy día se presenta como alternativa de gobierno creo que ha demostrado,
en un tema tan delicado como es el del terrorismo, una ausencia de escrúpulos de tal calibre que merece ser recordada. Como aviso a navegantes de lo que puede traer consigo desde una posición de máximo poder.

4 comentarios:

  1. Loable tu propuesta de analizar la nueva situación con respecto a las 3 partes ¿implicadas?...

    Y sintomático que la res la hayas repartido tan esclarecedoramente: a los asesinos, los únicos culpables del atentado, les tocan los tobillos y parte de una rodilla... muy poquito a todas luces, siendo como son los responsables de la masacre.

    Al gobierno, responsable directo de la seguridad en España y de la desastrosa política antiterrorista que le llevó a desmarcarse del Pacto antiterrorista para irse a dialogar con la eta sin que éstos abandonaran la violencia, ... a éstos les cae lo que queda de los cuartos delanteros, la cabeza y los cuernos.

    Finalmente, a la oposición (o caverna, como tú la llamas) que, hasta lo que yo sé, se llama oposición por el hecho de no estar gobernando, es decir, carece de responsabilidad ejecutiva, le repartes el espinazo, el solomillo, las costillas, los cuartos traseros, etc...

    ¿Se puede deducir de tu artículo que gastas más discurso en criticar a la oposición que a los etarras?

    Item mas: ¿se puede decir que descargas más responsabilidad en la actitud del partido de la oposición que en el gobierno?

    Son retóricas; no hace falta que respondas.

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  2. Ese reparto que describes no me parece ajustado a lo que y he escrito, Big, los calificativos más gruesos han sido para los absolutos culpables del retorno de los atentados, que son los etarras.

    El gobierno no es responsable, como parece desprenderse de tu segundo párrafo, de retorno de ETA a las armas. Por esa regla de tres, cualquier ejecutivo español de cualquier época de nuestra democracia sería responsable de todos los atentados perpetrados durante su etapa de gobierno.

    No llamo caverna a la oposición, sino al sector de la oposición, política y mediática, que se ha embarcado en la mentira perenne y la crispación perpetua como norma de conducta. Creo que está muy claro. Nunca metería al Gallardón, Piqué o Villalobos dentro de ese saco, ni a webs liberales como Hispalibertas o periódicos como ABC. Pero Alcaraz, Losantos, Moa, Cope o LD lo son de pleno derecho, se lo han ganado ha pulso.

    Puedes o no estar de acuerdo conmigo, nada más. Yo juzgo que el gobierno, tal y como he dejado dicho en otras bitácoras (posteriormente a la primera parte de ésta "trilogía") debería pagar su candidez con el cese de Rubalcaba, o su dimisión, que tanto da. Ahora nos cuentan que se equivocaron de interlocutores, me parece un mal chiste que nos vengan con esas ahora, después de 9 meses... Semejante incompetencia se merece que ruede alguna cabeza importante, y las del ministro del interior creo que es la adecuada.

    Pero tengo muy claro algo: que la apertura del diálogo con ETA buscaba un bien mayor, un fin noble que era el fin del terrorismo, algo de lo que TODOS nos íbamos a beneficiar. Y esa es una premisa que no habría que olvidar nunca. Igual que durante la tregua del 98, pese a que algunos decían que Aznar tenía más la cabeza en el nobel de la paz que en resolver el conflicto.

    La oposición tiene la responsabilidad de haber mentido hasta la náusea, de haber emponzoñado el ambiente político y social de forma absolutamente irresponsable, contribuyendo a caldear el ambiente y a crear una confrontación completamente injustificada, tal y como ETA ha acabado demostrando. Pero su actitud no ha tenido nada que ver en la vuelta de la violencia, vaya conclusión extravagante que me sacas...

    Y le doy la importancia que le doy porque semejante comportamiento en un demócrata siempre será doblemente más reprobable que en alguien que se pasa la democracia por el arco del triunfo.

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  3. Después de leer tu trilogía, creo que te ha faltado ahondar un poco en las posibles motivaciones de cada implicado, y de cómo éstas han contribuido a que el proceso de paz se estrellara.
    Por ejemplo, un punto que a mí no se me había ocurrido, y que tú acabas de mencionar de pasada, sería un hipotético Nóbel de la Paz, a repartir ex-aequo entre Zapatero y Otegi... una golosina que hubiera debido bastar para que cualquiera de los dos perdiera el culo en haber llegado a buen puerto. Para Zapatero estaba además la posibilidad de garantizarse el puesto de Presidente al menos 4 años más.
    No obstante, hemos podido observar que ETA no sólo no ha cedido en sus pretensiones, sino que se ha ido creciendo, alentada por el vocerío mediático que proclamaba que el Gobierno estaba poco menos que regalando España. Tratar de negar la participación de La Caverna en este regalo puesto en bandeja a ETA es absurdo y miserable.
    Por otra parte, aún seguimos esperando a que alguna voz autorizada explique la posición de ETA. Un silencio tan largo me parece, como mínimo, sospechoso. A priori estoy dispuesto a creer en una posible fractura o lucha de poder entre facciones de ETA: una, liderada por Ternera, a favor de continuar con los contactos con el Gobierno, y otra, liderada por Txeroki, a favor de volver a la lucha armada. Aunque también podemos considerar una posibilidad mucho más escalofriante (y contraria a lo que sugeriste en la primera parte de la trilogía): que ETA ha utilizado al Gobierno, a la oposición y a los medios, para lograr un grado de confrontación entre los demócratas que sólo les beneficia a ellos, como "ente antisistema". No sé, esta opción supone entrar en una teoría conspiracionista muy compleja y suponer que en ETA hay al menos una persona extremadamente inteligente y calculadora. En fin, no sé qué pensar al respecto, así que habrá que esperar acontecimientos.
    Al margen de esto, creo que sería interesante una comparecencia de Zapatero en el Congreso para sentar las bases de la futura estrategia antiterrorista. Tengo serias dudas de que el PP esté dispuesto a dar por zanjada una estrategia que tan buenos resultados le da, ni siquiera por el bien de España, pero sería deseable su participación. En cuanto a la dimisión de Rubalcaba, tal vez sea demasiado pedir en un pais donde no dimite ni dios, pero sería una muestra de honradez y responsabilidad. Claro que Rubalcaba es un hombre con demasiado poder en el PSOE, y sería el remate de la desestabilización del Gobierno. Lo veo improbable.
    Un saludo

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  4. OsQar, creo que sí he tocado lo de las motivaciones, si no directamente sí de pasada o lateralmente, creo que se entiende. Con la información de que disponíamos entonces, claro.

    Supongo que es raro que ETA no haya hecho un comunicado atribuyéndose en atentado de Barajas, que no comunicara oficialmente la ruptura del alto el fuego... ¿Escisión? ¿Una ETA "auténtica"? Son especulaciones que, de no confirmarse, dejan en mal lugar a quien las emite, por ello prefiero guardármelas.

    Sobre la insinuación de Bigpigmig de las partes implicadas, creo que se refiere a que la oposición no era tal. En mi opinión, los principales protagonistas de ésta película con final desgraciado han sido el Gobierno y ETA, pero el PP y sus arietes políticos se han ganado a pulso un unificado papel como secundario, pero no precisamente de lujo.

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