Que Telemadrid es el refugio de la más rancia chusma del periodismo patrio es algo evidente para quien emplee de unos minutos en dedicarle un visionado. Divas encantadas de conocerse y que parecen enamoradas de sí mismas como Marta Robles; periodistas que antaño pasaron por serios (por error, sin duda) y que hoy dirigen monumentos al sectarismo disfrazados de debates como Ernesto Sáez de Buruaga; individuos etéreos que se creen por encima de lo divino y lo humano, hasta el punto de pretender convencer de su neutralidad como conductor de informativos, tal es el caso de Fernando Sánchez Dragó... Incluso le proporciona espacio a Luis del Pino, el fabulador y principal responsable de la existencia de esa siniestra secta llamada Peones Negros, y que ha encontrado un filón económico en la tragedia del 11-M que no para de explotar.
Pero si hay un miembro de esa galería de freaks periodísticos que destaque por lo risible, grotesco y esperpéntico de sus intervenciones, esa es Curri Valenzuela.
Ésta señora, prototipo de la periodista comprometida con un sector ideológico concreto hasta el punto de incurrir el peor de los ridículos cuantas veces haga falta si con ello satisface al amo, nos lleva regalando desde hace bastante tiempo una serie de perlas que, es de ley, ha llegado la hora de recopilar. Comenzamos:
El lunes, en los micrófonos del programa Alto y Claro, dirigido y presentado por Curry Valenzuela y emitido por Telemadrid, se habló de este grupo y, en concreto, de la letra de su canción "Dejad que los niños se acerquen a mí". La palabra pederastia estaba en boca de todos.La idea era meterse con la ministra de Cultura, Carmen Calvo, por apoyar al grupo Lujuria, banda de rock que compone letras que, según su particular lectura, incitan a la pederastia. Pero ocurrió que el afán por entrar a saco contra la ministra le nubló los sentidos mientras escuchaba la canción, y no se percató de que ésta era un alegato contra, precisamente, la pederastia, concretamente en el ámbito religioso. Fue tan ridículo que pienso sinceramente que eso fue lo que pasó, la consigna "leña al mono contra el gobierno" le pasó factura. Pero sigamos.
El miércoles, mientras comentaba la visita del lendakari, Juan José Ibarretxe, a la Moncloa, Valenzuela se escandalizó de que la bandera de Euskadi ondeara junto a la española a la entrada de la Moncloa. "¡Con la ikurriña y todo! En cambio, Zapatero recibió a Rajoy sin la bandera del PP ni nada!", exclamó.¡Acabáramos! ¡Una Comunidad Autónoma ha de ser equiparada con un partido político! Para ésta señora representan lo mismito el máximo exponente público de Euskadi (o de Extremadura, cuya bandera también está presente cuando visita la Moncloa, que alguien se lo explique) con el presidente de un ente privado como es un partido político. Ahí es nada. Ganas de agradar a su corifeo no le faltan, pero lo que derrocha en tesón también lo malgasta en raciocinio. Y es que de donde no hay no se puede sacar.
El hecho de que Manolo Escobar no canta “Qué viva España” porque ya no se lleva, es un indicativo de que cómo está el país.Semejante dispendio intelectual se produjo durante un debate para Periodista Digital. Y la tía ni se ruborizó, para ella eso de tomar a los españoles por deficientes mentales es algo más que un trabajo, debe tomárselo como un deber moral. Cuando alguien con tan pocas luces intenta ser faro referencial del pensamiento moderno, uno llega a preguntarse cómo el ser humano fue capaz de dominar el fuego. Aunque la respuesta nos sobreviene al instante: Curri Valenzuela no estaba allí.
Me recuerda a otro de esos periodistas que, enfebrecidos por la desfachatez de Zapatero de empeñarse en gobernar, llegó a escribir que El Koala era la personificacion de todo lo que ZP estaba trayendo a su preciosa Ejpaña.
Y termino con una faceta de Curri cultivada por muchos periodistas que aspiran a convertirse en creadores de opinión, la mayoría mediocres como ellos solos: la de escritora. Ha publicado recientemente un libro titulado "Los 100 personajes que hunden España" y ha incluido en ese clan de revientapatrias a, por supuesto, Zapatero, junto con otros renombrados islamoprogretarras como Rubalcaba, Polanco, Almodóvar, Pilar Bardém... que, por lo visto, comparten propósitos disgregadores con Horatio Caine (el de CSI Miami), Bea la fea, Beckham, Luis Aragonés... En fin, en el blog El siglo de las luces ya han dicho de ésta sarta de disparates lo que se merece que digan.
Definitivamente, Lina Morgan se ve desbancada como la mejor intérprete posible para el papel de "La tonta del bote".